Así es como la Policía ha intervenido más de 7 toneladas de droga en La Coruña

Todo comienza a finales de 2023, cuando las agencias antidroga de Estados Unidos y Gran Bretaña alertaron a España de que la mafia albanesa, que controla el puerto de Guayaquil, en Ecuador, preparaba el envío a Vigo de un gran cargamento de cocaína, que previamente haría escala en Algeciras.

Ese mes de diciembre de 2023, fue intervenido el alijo, de siete toneladas y media, en una nave de Cambre, en La Coruña. En la calle, el precio de la droga hubiera alcanzado los 500 millones de euros. Y también fue detenido el propietario de esa nave, un empresario coruñés llamado Juan Bautista Suárez Pérez, de 50 años y sin antecedentes por narcotráfico. Su compañía mueve unos 300 millones de contenedores al año.

Aunque fue puesto en libertad, el pasado mes de febrero volvió a ser encarcelado. Mientras que él insiste en su inocencia, la Policía y Vigilancia Aduanera sostienen que esta persona era el principal eslabón de las redes de distribución internacionales de cocaína que habrían utilizado cuatro de sus empresas como tapadera.

DETALLES DE LA INVESTIGACIÓN

Los detalles de esta investigación los conoce bien el colaborador de La Tarde de COPE Pablo Muñoz, que ha explicado porqué la policía esperó que la droga llegara a Vigo sabiendo que pasaba por Algeciras:

"Es bastante común. La droga, por sí sola, es poco interesante para la Policía. Lo que le interesa es desmantelar organizaciones, porque eso es lo que les hace más daño. En este caso, lo que se pretendía, además de intervenir el enorme alijo, era detener al administrador único de la empresa Mar Azzurro, que era la receptora de la droga y que según sostienen los investigadores daba cobertura a los grupos que operan en la distribución de estupefacientes para el clan de los Balcanes".

Además Muñoz cuenta como fue la detención de este empresario, que fue cuanto menos peculiar: "La verdad es que sí, porque cuando llegó el alijo con la droga a la nave de Cambre los agentes entraron en contacto con el empresario, que se encontraba en Playa del Carmen (México) con su pareja. Dos días después le esperaron en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Fue esposado y enviado a prisión; es decir, a pesar de que sabía que iba a ser detenido por un asunto tan grave decidió volver y ponerse a disposición de los investigadores, lo que desde luego no es habitual. Este es uno de los argumentos del abogado defensor para pedir la libertad de su cliente al considerar que no hay riesgo de fuga, en contra del criterio de la Fiscalía, que considera que el empresario cuenta con el apoyo de personas que pueden facilitar su huida".