El dato sobre la declaración de la renta que puede hacerte ahorrar mucho dinero

La profesora de economía María Blanco analiza qué datos y acciones hay que tener en cuenta, en 'La Tarde'

David Nieto Cortés

Publicado el

4 min lectura

      
      
             
      

Si hay algo que tenemos que hacer los españoles todos los años, y que para muchos, no es plato de buen gusto, esa es la declaración de la renta. Además, si hay algo que todavía gusta menos, es cuando el resultado sale a pagar, sobre todo cuando se trata de una cifra inesperada, en ocasiones, abultada, y que en algunos casos podemos tener auténticas dificultades para abonar esta cantidad a la Agencia Tributaria.

En el caso de que no podamos afrontar el pago en una única ocasión, el fisco nos ofrece la posibilidad de realizar el pago en 2 ocasiones. Este llamado pago fraccionado cuenta con dos plazos, fijados, el primero para el mes de julio y el segundo es ahora, en noviembre. Además, un dato importante sobre fraccionar el pago, es que se trata de una opción que aunque hay que solicitarla, es de carácter completamente gratuito.

Aplazado o fraccionado

Aunque son términos que en ocasiones se pueden llegar a confundir y tienen cosas en común, son términos muy diferentes. Mientras que el pago fraccionado se trata de dos plazos fijados por la propia Agencia Tributaria, el aplazado se solicita, en la mayoría de los casos, cuando no se posee el dinero en plazo, por lo que antes de ser multados o sancionados, se puede solicitar un aplazamiento, que también lleva recargo.

María Blanco, profesora de economía de la Universidad CEU San Pablo, ha dicho en La Tarde de COPE que hasta 4 millones de contribuyentes has sido los que han solicitado el pago fraccionado. Además, las fracciones no son del 50%, sino del 60% en el caso del primer plazo, y del 40% en el segundo. “El motivo es únicamente arbitrario”, señala la experta María Blanco.

Oficina de la Agencia Tributaria

Como en todo, de pagar a tiempo, no hay ningún problema. Pero cuando se nos pasa el plazo, las sanciones son las siguientes: inicialmente será del 5%, y pasado más tiempo, será del 10%, pudiendo recibir carta de apremio, algo que de continuar sin hacer el pago puede llegar al 20% con un 3,75% de cargo extra.

Además, es muy importante que el dinero que nos tienen que cobrar esté como saldo real en la cuenta, ya que “si se intenta hacer el cargo sin que el dinero necesario esté presente podemos tener un descubierto”, confirma la profesora, es decir, entraríamos en números rojos. Y de entrar en esta situación, además del cargo de hacienda, tendremos otro del banco por el descubierto.

      
             
      

Cómo pagar la deuda

Para pagar a la Agencia Tributaria, al igual que en muchas empresas o instituciones, se disponen de varias modalidades de pago: podemos domiciliar el recibo, por lo que el cargo en cuenta se realizará de manera automática, también de manera online, con tarjeta a través de pasarela de pago, o bien en cualquier oficina de hacienda de España.

En caso de haber fraccionado el pago, es posible que hayamos hecho el primer pago sin problema, pero que a la hora de hacer el segundo, que es dentro de solo unos días, en noviembre, no dispongamos del importe necesario en nuestra cuenta. En este caso, hay que saber que también se puede aplazar, con el correspondiente recargo, sin ningún tipo de problema.

También es importante recordar la aclaración, que tanto en caso de pago único como de fraccionado, no habrá recargo, algo que solo se dará si se aplaza. Además, si la deuda es inferior a 50.000 euros, no hay que justificar el aplazamiento, pero si la deuda es mayor, sí que deberemos justificarlo.

      
             
      

Aun así, lo recomendable según la experta es que: “ Si prevemos que no vamos a poder pagar el total, es conveniente fraccionar, aunque lo recomendable es estimar lo que nos van a cobrar para poder hacerlo de manera única”, ya que hacienda nunca se queda sin cobrar.

Pagos con tarjeta

Algo que es cierto es que hoy en día es cada vez más común es pagar todo con la tarjeta, con el teléfono móvil, o incluso con el reloj inteligente. Y aunque bien es cierto que es un gesto muy cómodo acercar nuestra mano o muñeca al datáfono para pagar cualquier compra, es importante comprobar el importe que nos van a cobrar, y también pedir la copia del recibo.

Alamy Stock Photo

Pago con tarjeta

Algo que muchos hacemos hoy en día es declinar quedarnos con dicha copia, algo que hasta el Banco de España afirma que es un error, porque “esta copia se trata del justificante del pago, y también un resguardo necesario para reclamaciones”, como dice la profesora María Blanco. Además, algo que también es importante según el BDE, es el tener activas en nuestro móvil las notificaciones de la aplicación del banco y de la propia tarjeta de crédito.

      

Aun así, en caso de que ya tengamos el cargo mal hecho, no tengamos la copia (justificante) en papel, y nos hayamos dado cuenta pasados unos días a ver el extracto de la tarjeta, no está todo perdido. Y es que con el extracto bancario no pueden sacar en el banco una copia del justificante y así poder proceder a la reclamación pertinente.