El país de la Unión Europea con las hipotecas más baratas y donde se aconseja invertir: con posibilidad de ayuda

Después de unos meses en los que los intereses habían subido de manera exponencial, la situación ha comenzado a normalizarse

Hipoteca
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Este es el país con las hipotecas más baratas de Europa, hay una gran diferencia

David Nieto Cortés

Publicado el

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En casi todo el mundo, a la hora de comprar una vivienda, lo más habitual es pagarla a través de un préstamo hipotecario. Y es que, salvo en casos contados en los que algunos pagan su vivienda al contado, no es lo más común, especialmente si se es joven y se trata de la primera vivienda y, además, en ocasiones también se busca formar una familia, lo que hace que los gastos también aumenten.

Cuando vamos a pedir una hipoteca al banco, lo más común es que nos exijan unos requisitos, como una entrada de cierto porcentaje del valor de la vivienda que vamos a comprar, la cual, deberemos aportar al contado. Es decir, si compramos un piso de 200.000 euros y debemos aportar de manera inicial el 20% o el 30% del valor, que es de lo más común, lo que serían 40.000 o 60.000 euros respectivamente.

Aun así, habrá casos, en los que, si se trata de personas jóvenes que quieran comprar su primera vivienda, existen subvenciones por parte del Estado en algunas viviendas, y también existen incentivos por parte de algunos bancos, que pueden llegar a financiar hasta el 100% del valor de la vivienda si se cumplen con las exigencias de ambos.

Las más baratas

Además, como es evidente, cuando se pide un préstamo al banco, siempre se devuelve con intereses, que serán habitualmente más altos cuando se trata de un préstamo personal, que cuando se trata de uno hipotecario, ya que no es lo mismo el valor de un inmueble que el de un coche, por ejemplo, siempre que se hable de vehículos “normales” y no superdeportivos o lujosos de cientos de miles de euros, evidentemente.

Documentación para la firma de una hipoteca

Europa Press

Documentación para la firma de una hipoteca

Lo más común en España es comparar nuestra economía con la de países con un grado de desarrollo equivalentes al nuestro, y, para ser aun más concretos, con el resto de miembros de la Unión Europea, especialmente en datos económicos y financieros, puesto que hay varias leyes que afectan a la banca que se rigen desde Europa. Y es que, en el aspecto de los intereses de las hipotecas, aunque a los españoles nos pueda parecer sorprendente, tenemos las hipotecas más baratas de Europa, solo por detrás de Malta.

María Blanco, profesora de economía en la Universidad CEU San Pablo, y profesora de economía de bolsillo en COPE, explica que el tipo de interés de una hipoteca depende del Banco Central Europeo, aunque luego, cada banco puede modificar algunos parámetros como la aplicación del Euríbor.

Los años

Cuando se pide una hipoteca, en España, lo más común ha sido desde hace años hacerlo a 20, 25, o incluso 30 años. Esto significa que durante todos esos años estaremos pagando una letra que será habitualmente de periodicidad mensual, pera que, cuando finalice ese plazo, hayamos liquidado la deuda y los intereses, y, por fin, la vivienda sea de nuestra propiedad en su totalidad.

Gastos en vivienda

Pixabay

Gastos en vivienda

Y es que en este aspecto, los españoles volvemos a tener grandes diferencias respecto a otros países europeos. En Alemania, por ejemplo, no se suelen dar préstamos hipotecarios a más de 15 años y lo habitual es que los alemanes la soliciten para 10 años. Además, también afecta el nivel de vida, en el que se cuentan los sueldos y coste de la vida, y los diferentes tipos de cultura en cuanto a la compra o el alquiler de inmuebles.

La experta, afirma que la situación de Alemania y otros países de Europa se debe a la situación que quedó después de la gran crisis económica. “Cuando vas a pedir una hipoteca en Alemania consultan hasta tu historial financiero, incluso aunque cumplas con todos los requisitos y aportes la entrada que se solicita”. Aun así, “en Alemania es muy fácil conseguir un alquiler, la situación contraria que en España, donde el mercado del alquiler está estrangulado”, dice la economista.

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