Salen de despedida de soltero por León, se encuentran con otra en un bar y lo que acaba pasando hace que cambien la legislación

Esta ciudad es la última en sumarse a las restricciones contra este tipo de celebraciones 

Jara Muñoz

Publicado el

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Diademas con velos de novia, gritos hasta las nueve de la mañana, disfraces obscenos, megáfonos, peleas multitudinarias y gente con copas de más en pleno centro. Dentro de menos de un mes comienza la temporada de las despedidas de soltero.

La opción más recurrente es escaparse un fin de semana con los amigos que suele terminar costando entre 200€ y 800€. Y, aunque el objetivo principal es este plan es la diversión, hay grupos que dejan mucho que desear con su comportamiento.

Al final, los excesos de esta celebración lo terminan pagando vecinos, hosteleros de la zona o, incluso, otros turistas que planean visitas más familiares y tranquilas.

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El barrio húmedo, en León

Por eso algunas ciudades han comenzado a establecer normativas que prohíban comportamientos molestos en las despedidas de soltero. La última en sumarse a esta iniciativa ha sido León.

Allí el ayuntamiento ha puesto coto a cosas como: el uso de megáfonos, la exhibición de objetos de contenido sexual, los disfraces inapropiados o el desnudo publico.

Todo esto en base a tratar de mejorar la convivencia y tranquilidad de personas como Javier Barroso, gerente de un local situado en el centro del barrio húmedo, el barrio leonés más famoso para el ocio nocturno.

      
             
      

"La gente va pasadísima de alcohol y de todo tipo de drogas"

El restaurante de Javier es, como dice el, "un lugar dónde se comía tranquilo". Gente de León y alrededores acude a el 'Bodegón Astur-Leonés' para probar sus cachopos. A pesar de que durante 15 años han atendido a todo tipo de clientes, ahora, han tenido que prohibir el acceso al local a las despedidas de soltero.

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Vida nocturna en el barrio húmedo, en León

El hostelero contaba en 'La Tarde' que se vio obligado a tomar esta decisión después de una trifulca que presenció en su establecimiento. "Una pelea multitudinaria en donde dos grupos, uno de Galicia y otro del País Vasco, empezaron de juerga con los extintores hasta que acabó todo en una pelea", comentaba es gerente.

Algunos clientes intentan reservar con el pretexto de celebrar un cumpleaños y, una vez en el local, los trabajadores se dan cuenta de que es una despedida.

      
             
      

Para evitar situaciones conflictivas en el restaurante de Javier han tenido que contratar porteros. "Los jueves y domingos tenemos un portero de seguridad pero los viernes y sábados, como tenemos tres accesos a local, tenemos que tener dos porteros, lo que incrementa en el gasto casi unos 3.000 euros al mes", explicaba Javier.

"Hay que buscar un turismo de calidad y no un turismo que vaya a destrozar"

El problema con las despedidas de soltero también afecta a los vecinos del casco viejo de la ciudad como Julio Blanco, portavoz de la asociación 'León Típico'. "Nuestro barrio se ha convertido en un auténtico urinario donde la gente mea, vomita, donde los vecinos tienen que salir con su fregona a recoger la porquería que dejan los demás, donde se rompe el mobiliario, donde se pintan las puertas, se tiran cristales...", confesaba este vecino en 'La Tarde'.

Por eso las medidas han tenido muy buen recibimiento entre vecinos y hosteleros, ya que ellos mismos reclaman "un turismo de calidad y no un turismo que a donde vaya, vaya a destrozar", como señala Julio Blanco.

      

Este vecino también ha destacado que, evidentemente, las medidas aplicadas por el Ayuntamiento "afectan al turismo, afectan a la hostelería que pierde dinero, pero lo que se va a ganar sin duda y mucho es en la convivencia y la tranquilidad de todos los vecinos".