Este es el truco que utilizan en Extremadura para viajar más rápido que el AVE y casi gratis

Actualmente, España es el país con más vías rápidas para el transporte de pasajeros. Somos líderes en Europa y terceros en posición mundial (solo por detrás de China y Estados Unidos) en kilómetros de carreteras de alta capacidad, como las autopistas o las autovías, donde tenemos más de 17.000 kilómetros construidos. Además, si hablamos del tren, también lideramos la extensión de nuestra red de alta velocidad en Europa, y somo segundos a nivel mundial, sólo por detrás de China. Tenemos en este caso unos 3.400 kilómetros de vías de estas características.

La parte oculta, la que no se ve, es precisamente en la que nuestro país tiene muchos problemas, y es el mantenimiento que requieren todas estas infraestructuras. Este coste, es, solo en el caso de las autopistas o autovías de hasta 87.000 euros por kilómetro, y que en el caso de la alta velocidad ferroviaria asciende hasta los 92.800 euros por kilómetro según Adif y el Ministerio de Transportes.

Y es que el mantenimiento es tan importante e incluso más que la nueva construcción, pues si algo no se mantiene, no sirve para nada. Esto es, precisamente lo que se ha podido ver en España durante este último año. Parones, retrasos e interrupciones del servicio en la red de alta velocidad durante este verano y carreteras bacheadas o parcialmente cerradas a la espera de obras.

Esta situación, lejos de mejorar, empeora si nos ponemos a hablar de carreteras de doble sentido, o la red ferroviaria convencional. La situación con el tren, si bien es desesperante en muchos puntos de España, es especialmente complicada en una comunidad autónoma que se ha convertido en un símbolo del abandono, Extremadura.

Dos provincias

Entre Cáceres y Badajoz, las dos provincias más grandes de España, residen poco más de 1 millón de personas. Sus tres principales ciudades, de tamaño pequeño-mediano, se encuentran las dos capitales de sus provincias homónimas, y Mérida, que es la capital autonómica.

La misión de La Tarde de COPE es el trayecto Madrid – Badajoz. Una distancia de unos 400 kilómetros por carretera que se puede cubrir en coche por un tiempo de alrededor de 4 horas. El tren tarda una hora y media más. Un servicio Alvia que no está exento de averías. La alternativa más rápida para hacer el trayecto entre la capital de España y la ciudad de Badajoz, actualmente es el avión.

La ciudad extremeña posee un pequeño aeropuerto con dos destinos, Madrid, con vuelos diarios, y Barcelona, que se hace en días alternos. El problema, la comunicación desde el aeropuerto hasta la ciudad en transporte público ha pasado de inexistente a ineficiente, ya que se trata de un único autobús que posee bastantes paradas. Esto obliga a quien quiera ir hasta allí a hacerlo en su propio vehículo o en un taxi.

Además, la comunicación entre las dos capitales de provincia tampoco dispone de autovía, se hace mediante carretera convencional. Una carretera de doble sentido que está muy transitada, con muchos tramos de obras, en ocasiones peligrosos y en la que suceden accidentes. La autovía se ha empezado a construir, pero, al igual que el AVE, nunca se sabe cuando se hará realidad el proyecto.

La alternativa “extremeña”

Pilar García Muñiz, directora de la tarde, ha viajado hasta Extremadura para ver de primera mano, en este especial de COPE, cual es la situación y como la solucionan allí. Su solución ha sido Ángel, un conductor que utiliza frecuentemente la plataforma de viajes compartidos en coche BlaBlaCar.

El porcentaje de usuarios de esta aplicación en Extremadura es de los más altos de España. El motivo, si te quieres mover por la comunidad autónoma o hacer viajes desde allí, el vehículo privado es prácticamente imprescindible, y, de no tener esa posibilidad, buscar a través de BlaBlaCar, alguien que te lleve.

En casos como el de Ángel, que tiene familia fuera o sus hijas estudiando, se ha desplazado frecuentemente hasta Granada o Santiago de Compostela utilizando la aplicación, tanto como conductor como de pasajero, ya que además de compartir coche, reduce gastos.

El ejemplo es sencillo, solo hay que comparar los tiempos de viaje. Si hablamos del trayecto Granada – Badajoz, tardamos algo menos de 5 horas en coche, mientras que en transporte público sería de hasta 15 horas. Algo que en el caso del trayecto Santiago – Badajoz, la situación no mejora demasiado. El tiempo en coche es de algo más de 6 horas, mientras que en transporte público son más de 11 horas.

Las alternativas de Ángel: ha llegado a acercarse a Sevilla a buscar a quien venía de Granada, y a Valladolid e incluso a Portugal para el caso de Santiago. Acercarse hasta un punto medio en el que, por el otro lado, el transporte público en el resto del recorrido, no es tan frustrante.