Fernando de Haro: "Errejón golpea a Iglesias en su mayor momento de debilidad"

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Esta es la historia de una amistad que se rompió, una historia de un proyecto compartido, de una ruptura y de venganzas servidas en frío. De gente que ha leído y visto mucho "Juego de Tronos". Pablo e Iñigo, Iñigo y Pablo fraguaron una amistad hecha de complicidad ideológica, de sueños políticos. Seguro que en más de una ocasión brindaron por la cándida adolescencia Pablo e Iñigo. Fueron uña y carne en la facultad de políticas de la Complutense. Juntos, parieron los circulos y un partido nuevo que en 2014 irumpió con fuerza en las europeas.

Pero algo se rompió entre Pablo e Iñigo. Y pronto se empezaron a parecer demasiado a los protagonistas de "Juego de Tronos", la serie de la lucha de poder. Algo se rompió entre 2014 y febrero de 2017. En Vistalegre II, Pablo estaba convencido de que en Podemos había demasiada pluralidad. En un ejercicio de stalinismo tradicional, Pablo hizo en Vistalegre II la purga, concentró todo el poder en su mano y relegó a Errejón a Madrid. Errejón había pecado de revisionismo, le faltaba pureza revolucionaria. Quería moverse hacia la socialdemocracia. Pero sobre todo Pablo e Irene, porque después apareció Irene, no querían nada ni nadie que le hiciese sombra. Iñigo se instaló en la política madrileña, pero esperaba su momento. Entretanto no perdía la oportunidad, siempre que podía, de recordar, que el Podemos de Pablo y de Irene estaba en decadencia. Después de la pérdida de más de 300.000 votos en las elecciones andaluzas, Iñigo no se privó de criticar la convocatoria de manifestaciones que iban a darle al PP y a Ciudadanos el poder.

Hoy hemos sabido que Iñigo, fiel seguidor de "Juego de tronos", estaba esperando para dar el golpe que más pudiera dolerle a Pablo y a Irene. Madrid es una más de las Comunidades Autónomas en las que Podemos está a la gresca. Pablo Iglesias quiso imponerle a Carmena el segundo de la lista, el Jemad , Julio Rodriguez y al final los concejales de Pablo acabaron apoyando a Carmena y a "Mas Madrid", el partido de la alcaldesa. 

Ahora Errejón se va con Carmena y le da a Pablo un severo golpe en su mayor momento de debilidad: la confluencia con Izquierda Unida no ha funcionado. De los 71 diputados que tuvo en 2016 las encuestas rebajan las estimaciones a 38. Está visto que para hacer política con éxito hay que hacer algo más que brindar por la cándida adolescencia o que jugar al "Juego de Tronos".