Fernando de Haro: "La Cataluña de hoy no es la sociedad abierta que fue hace mucho tiempo"

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Ya solo quedan los adornos de Navidad de las empresas algo distraidas.

Salido a comer, puerta de Alcalá. Una gran firma de abogados.

Se acabaron las fiestas y este es tiempo de remordimientos. Somos un país muy moralista.

Remordimiento por los kilos de más y por haber celebrado como locos cuando el mundo está atravesado por tantas penas. ¿Cómo celebrar algo cuando hay personas que viven y mueren solas? ¿Cómo cuando hay mujeres a las que no les queda otro remedio sino prostituirse?

Así empieza un artículo muy interesante de Julio Llorente que he leído en Vozpópuli.

Siempre hay cenizos dispuestos a amargarnos un dulce. Pesimistas y desesperanzados cenizos. La prueba de que la realidad no es esencialmente mala estriba en que todos, también los más sufridores, deseamos seguir habitándola unos instantes más.

Por lúgubres que nos resulten los tiempos, casi todos nos aferramos a la existencia como el yonqui a su elixir. Pues llevas razón Julio.

Junts es el partido heredero de Convergencia, el partido de Pujol.

Muchos jóvenes ven en el catalán una lengua de imposición, en Barcelona solo lo hablan el 25 por ciento. La Cataluña de hoy no es ya la locomotora económica de España, la sociedad abierta que fue hace mucho tiempo. Los madrileños, los vascos, los navarros son más ricos que los catalanes. En 2017 y 2018, Cataluña perdió 5.000 sociedades que cambiaron de domicilio fiscal.

La mayoría no han vuelto, las Caixabank, Banco Sabadell, no han vuelto, por qué iba a volver. La inestabilidad jurídica e institucional subsiste. Cataluña es la autonomía con mayores impuestos propios y una de las que tiene el impuesto de patrimonio más elevado.

Por eso ahora Junts quiere que vuelvan, pero a la fuerza, pide a Sánchez que o vuelvan o se les multe. La ministra portavoz no sabía como salir del atolladero.

¿No es Junts el partido heredero de Convergencia?

No hay empresas sin libertad, como no hay amor, ni fe, ni nada humano sin libertad. ¿Cuándo Convergencia se hizo un partido autoritario? El germen siempre estaba ahí, el nacionalismo acaba por tener miedo de la libertad, como todos los ismos.