España sufre una severa enfermedad que se llama penalitis. La penalitis es mal que se define por pensar que el código penal puede resolverlo todo. Si el trigo crecer torcido, si la sequía se prolonga, si las patatas engordan debería haber un tipo penal que lo resolviera. Parece que estoy exagerando, pero basta mirar como la izquierda y la derecha, que en esto coinciden, instrumentalizan nuestro malestar prometiéndonos que todo se va a resolver con penas más duras. Y claro, llegan al ridículo.
Esta mañana Pedro Sánchez ha recibido en Moncloa a Richard Gere. El actor está muy comprometido en España con las fundaciones que trabajan con las personas sin hogar. En España hay muchas personas, 40.000, que viven al raso. No solo lo hacen por razones económicas sino por soledad, por falta de estabilidad emocional. Muchas de ellas no son tratadas con dignidad, en no pocas ocasiones se las insulta.
Y ¿cuál ha sido la solucón propuesta por Sánchez? ¿Crees que se ha marchado a la calle a tomarse un café con un sin techo? ¿Crees que lo ha invitado a la Moncloa para educarnos? Los políticos también nos educan con sus gestos. No, ha anunciado una reforma del código penal para que haya un delito de aporafobia, un delito para penar a los que odian a los pobres.