Hoy es el día de las sonrisas, ya sabes. "Las mascarillas dejan paso a las sonrisas". Desde Nochebuena teníamos que estar con mascarilla en la calle, el Gobierno dicen que han cumplido su función. Antes de Navidad teníamos una incidencia de 911 casos por cada 100.000, ahoar está cayendo muy rápido, pero ayer todavía teníamos 1.692 casos, muchos más en hace mes y medio. El día de las sonrisas. No tenemos una democracia buena según The Economist pero tenemos un Gobierno empático, que vela por nuestro buen humor. La verdad es que esta mañana ha sido un gusto verle a la gente-gente la cara. Esta tarde vamos a estar en la calle para contarte si la gente-gente ahora que puede se ha quitado la mascarilla. El día de la sonrisa.
¿Qué nos hace sonreír? ¿Qué nos hace reír?
Las gentes del Renacimiento decían que nos reímos de tres cosas o por tres motivos: por la sátira de las costumbres, por el conocimiento sublime del mundo y para compensar los pesares de la vida. No hay ninguna encuesta que nos diga de que nos reímos en este momento los españoles, pero algunos sondeos señalan que cuatro de cada diez españoles se siente mal. Puede que sonríamos entonces para compensar pesares, esperando la otra risa, la del conocimiento.
Esta tarde yo voy a estar en la calle para ver si nos hemos quitado la mascarilla y Pilar Cisneros está en Salamanca. Queremos responder una pregunta sencllla pero drmática para muchos: hay futuro en los capitales de provincia? Yo soy un chico de privincias, nací en Madrid, pero pasé la infancia y la juventud en una capital de provincias. Hay capitales de provincia, no solo pueblos, que también están sufriendo la despoblación. Como estamos en campaña electoral para las elecciones de Castilla y León, el Gobierno ha tenido muy prisa en hacer balance de su plan contra la despoblación puesto en marcha el año pasado. Todo va fenomenal nos dijo Isabel Rodriguez el martes
El plan de despoblación del Gobierno quiere que la banda ancha llegue a todos los rincones pero eso no sirve sino hay alguien que ayuda a los mayores con la digitalización. El plan contra la despoblación del Gobierno solo dedica una línea a la vivienda, no contempla la casuistica de la migración, ni la burocracia en los ayuntamientos, ni la política agricola. Puede ser una lluvia de millones para construir catedrales en el desierto. Pero parece que lo cuenta es hacer sonreír.