De Haro: “Los de Podemos, que son de ciudad, quieren ser gobierno y quieren ser manifestantes”

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El presentador de 'La Tarde', Fernando de Haro, comenta las protestas de los agricultores de este miércoles. Unos mil tractores se han dado cita en Granada para pedir precios justos para el campo. Y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que fue jefa de Pablo Iglesias, ha vuelto a animar al campo a que apriete como hizo ayer el propio Iglesias.

El análisis de Fernando de Haro sobre las protestas de los agricultores

Las protestas del campo retratan como ningún otro conflicto a los ministros de Podemos, ajenos al mundo agrícola, quieren ser los protagonistas dejando en segundo plano al ministro de Agricultura que es el que sabe, los de Podemos que son de ciudad, quieren ser gobierno y quieren ser manifestantes. Pero sobre todo, este partido de profesores, como le llama Teresa Rodríguez, quieren explicarle a todo el mundo lo que es democrático y lo que no es democrático. El carnet de demócrata lo da Iglesias.

De Haro sobre la pregunta de la diputada de Vox a Iglesias

Esta mañana la diputada de Vox, Mireia Borras, le ha preguntado a Iglesias por la gestión de la crisis de las menores prostituidas en Baleares. En Baleares gobierna Podemos con Mes y el PSOE. Su Gobierno es responsable de la gestión de los centros menores de los que tienen la tutela. Ayer supimos de un posible nuevo caso de abuso sexual de Menorca que se suma al de Mallorca. El tripartito de las islas ha frenado la creación de una comisión de investigación. Es lógico que se le pregunte al vicepresidente social, el que prepara una ley de protección de la infancia. Eso es democracia rendir cuentas: hay un Gobierno autónomico, en el que está Podemos, que tenía la responsabilidad sobre unos menores que han resultado prostituidos. Pero a Iglesias le ha parecido una ofensa que le pidan cuentas y ha acusado a la oposición de querer sacar rédito político del caso.

Una cosa es sacar rédito político de menores y otra cosa es pedir cuentas por una explotación de menores. Por cierto que Iglesias, que estaba muy comedido, ha vuelto al lenguaje de profesor universitario deslenguado. Se le ha pedido responsabilidad por la gestion del Gobierno y ha acabado el vicepresidente del Gobierno hablando de lo mal que lo hacen las familias y la Iglesia.

Todo el mundo tiene que dar cuentas si hay abusos. Pero hoy quien tenía que dar cuentas era el vicepresidente y como la diputada de Vox ha insistido, ha acabado llamando fascistas a los diputados de Vox.

Fernando de Haro comenta las declaraciones de Podemos sobre el fascismo

Iglesias que va de hombre calmado ha perdido los papeles. A falta de razonamietos, descalificaciones. Evidentemente los diputados de Vox no son fascistas. Fascistas, fascitas, en España hubo pocos. Franquistas sí, pero filo-facista o filo nazi fue Serrano Suñer, pero por el modo en que Franco ejercía el poder quedó pronto fuera de juego. Podemos ha puesto de moda llamar fascita a todo el mundo y si todo el mundo es fascita nadie es fascita. El fascimo fue un movimiento italiano que floreció en el periodo entreguerras, de origen socialista, muy populista, caracterizado por cuestionar las herramientas de la democracia representativa.

El antifascismo que Podemos y el PCE han puesto de modo es una especie de marca génerica, que no tiene nada que ver con el antifascimo histórico. El antifascismo de Podemos es una descalificación genérica, un comodín de la polarización que convierte en un fantasma peligroso a todo aquel que se quiere estigmatizar. No nos hacen falta los carnets de demócratas o de antifascistas que reparte Iglesias, si nos hace falta una buena política social.