Fernando de Haro: "Los españoles no estamos tan polarizados como quisieran los políticos"

- 2 MIN

El himno que le ha compuesto C.Tangana al Celta de Vigo con motivo de su 100 cumpleaños está acompañado de un video que se ha grabado en la ría de Vigo. Mientras la música va in crescendo en un plano secuencia aéreo, la cámara recorre la ría, sus gentes, las bateas... La música y las imágenes hablan del amor a un pueblo, enseñan ese pueblo cantando y bailando, y no puedes dejar de escuchar ni puedes dejar de mirar porque la épica atrae, porque se despierta la nostalgia de ser con otros. Hay en el himno de C.Tangana mucho de lo que añoramos.

Pues ya estamos en campaña electoral: mensajes simples, Sánchez se vende como la esencia del progreso, Feijóo se vende como la esencia de la moderación. Según las encuestas, en este momento el resultado más probable es el de una mayoría de PP y Vox, aunque las opciones se están reduciendo porque el PSOE avanza.

La campaña electoral ha arrancado con una alta fidelidad de los votantes en los dos bloques, el de la izquierda y de la derecha. En la izquierda los antiguos votantes de Podemos apenas cambian de bloque. En el caso de los antiguos votantes del PSOE es donde más cambio de bloque se registra en las encuestas, en torno a 500.000 votantes que fueron del PSOE ahora van a votar al PP. La transferencia de voto de la izquierda a la derecha es prácticamente irrelevante.

Estos datos pueden hacer pensar que los españoles estamos muy polarizados. Tenemos un presidente del Gobierno, por ejemplo, que hace campaña hablando principalmente de sí mismo y presentándose como víctima de la otra parte de España. Y tenemos a Feijóo subrayando que lo esencial es que Sánchez no siga gobernando. Esta situación de dos bloques, dos Españas, parece justificar los discursos irracionales, las guerras culturales, la apelación a los sentimientos y al miedo como únicos criterios.

Pero, en realidad, la polarización es un espejismo porque los españoles no estamos tan polarizados como quisieran los políticos. No hay dos Españas. De hecho, la zona de consenso en nuestro país es muy amplia. Casi nadie discute el Estado del Bienestar que tenemos y su modo de financiarlo. En España prácticamente nadie cuestiona que lo mejor es estar a tope en la construcción europea. Casi nadie cuestiona que debe haber una buena sanidad pública. Casi todo el mundo, menos una parte pequeña de la población, está de acuerdo con una estructura territorial establecida por la Constitución. Prácticamente es unánime la voluntad y el deseo de hacer frente a la violencia contra las mujeres, un fenómeno que nos preocupa a todos. Hay acuerdo sobre la fiscalidad distributiva, o la utilidad de fortalecer las instituciones. El 65% de los españoles pensamos que los pactos son signo de madurez. La sociedad real está en un mundo diferente al mundo en el que viven los políticos.