Fernando de Haro: "Los taxistas parecen empeñados en confirmar su imagen de anticívicos"

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Los taxistas se empeñan no solo en confirmar su imagen de antimodernos. También parece empeñados en confirmar su imagen de antodemocráticos y anticívicos. Esta mañana, en Madrid, los taxistas querían acampar en la céntrica Castellana. Y la policía se lo ha impedido con la intervención de unidades antidisturbios. Y los taxistas han decidido rodear la sede del PP en la calle Génova. La fórmula no es desde luego nueva. Es la que utilizaron el 13 de marzo de 2004 los que acusaban a Aznar de ser el responsable de los atentados. También hubo quien rodeó del PSOE hace cuatro años cuando Pedro Sánchez salió de la secretaria general del PSOE.

Extraña forma de resolver los problemas: si no te gusta una decisión democrática, te manifiestas ante los partidos. El conocido como el mesías de los taxistas, Titó Alvarez, después de descalificar al ministro del Interior por su orientación sexual ha expresado su sorpresa porque un ministro de izquierdas reprima al pueblo. Tito Alvarez, tras muchos años al volante, tiende a mezclar el tocino con la velocidad. Como el ministro es de izquierdas tiene que dejarle hacer lo que le da la gana no al pueblo sino a un grupo de taxistas que utilizan la violencia y limitan los derechos fundamentales de la gente, del pueblo, en este caso sí.

Los taxistas han rodeado la sede del PP, como otros rodeaban el Congreso porque Ángel Garrido, el presidente del PP, se mantiene firme y no está dispuesto a imponer, como ha hecho el Gobierno de Cataluña, una limitación de tiempo en la precontratación de los VTC.

La Comisión Nacional de la Competencia, que es la que tiene que velar porque no haya ni monopolios ni ologopolios, se ha manifestado en contra de poner puertas al campo, en poner límites temporales a la precontratación. Pero Garrido, el presidente de la Comunidad de Madrid, se ha quedado solo. La alcaldesa de Madrid, Carmena, que había visto la posibilidad de obtener algún rendimiento electoral poniéndose del lado de los taxistas e interviiendo en la negociación, se ha retirado. El Gobierno de Sánchez, a través del secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, ha reclamado que Garrido se ponga las pilas. El Gobierno de Sánchez, que no quiso resolver el problema, acusa al Gobierno de la Comunidad de Madrid de no resolver lo que tendría que resolver Moncloa.