Fernando de Haro: "La ministra sabe que se puede bajar el IVA de las mascarillas y Bruselas lo dejó claro"
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Ocho de cada diez personas no se cambian la mascarilla.
No cambiamos lo suficiente la mascarilla. Mal asunto. Quizás nos cambiaríamos más de mascarilla si fueran más baratas. Y serían más baratas si el Gobierno nos bajara el IVA de las mascarillas del 21 al 4 por ciento, o al 0 por ciento. Hoy le han vuelto a preguntar a la ministra de Hacienda, la ministra Montero, por qué no baja ese IVA y ha vuelto a decir que hay que cambiar la directiva europea.
La ministra sabe que con la actual directiva se puede bajar el IVA a las mascarillas y Bruselas ya lo dejó claro. Insiste en el argumento europeo porque el Gobierno no quiere dejar de ingresar 1.568 millones de euros.
De hecho el Gobierno el Ejecutivo ha vetado las enmiendas que PP, Ciudadanos y Vox pretendían presentar este martes en el Congreso para bajar el IVA. El presupuesto que mañana se empieza a debatir en el Congreso es presupuesto que no solo sube el impuestos a los ricos, mascarillas llevamos todos. Si ahora todos usamos mascarillas, que antes no usaba nadie, y no bajas el IVA subes impuestos.
Ya lo hemos dicho aquí muchas tardes: España es la economía europea que más va verse afectada por el covid-19 y es prácticamente la única economía con un Gobierno que sube impuestos.
España necesitaría una política económica diferente porque tiene una economía diferente. En la economía española el turismo tiene mucho peso. En las últimas horas las empresas relacionadas con el turismo han subido mucho en Bolsa por el anuncio de Pfizer. Es lógico. Lo lógico es pensar que si la vacuna es efectiva, sectores como el turismo van a ser los más beneficiados. Pero las cosas no son tan sencillas. Hemos perdido más de 50 millones de turistas de enero a septiembre. Y esos turistas no van a volver de la noche a la mañana. La confianza se pierde rápidamente y se tarda en recuperar.
El turismo nacional no sirve para sustituir a todo el turismo internacional. La vacuna tampoco va a aumentar el consumo de forma inmediata. Los shocks económicos son como los traumas personales, aunque las cosas mejoren, queda el miedo, y el miedo por ejemplo a perder el empleo es grande. Y luego está el gasto público. Si la deuda pública se dispara, como se ha disparado, la posibilidad de que los gobiernos gasten es menor. Gastar hay que gastar, pero con inteligencia. El gasto de estos presupuestos no es inteligente, no es inteligente subir impuestos. Al menos de momento.