A veces me sucede, sobre todo los domingos por la tarde, que de pronto, sin saber muy bien por qué, me sorprendo porque estoy empujando un carro en el supermercado que hay cerca de casa. Me paro en el pasillo de las bebidas y busco durante un rato una botella de vino a buen precio, hasta que me doy cuenta de que en realidad quiero cenar con agua. Me paro en el pasillo de los congelados buscando algo de pescado que solo existe en mi imaginación, o en la zona de la fruta y me decepciono porque no hay nada nuevo. Compro una barra de pan y un rollo de papel higiénico, para no pasar vergüenza en la caja. Y cuando salgo a la calle me doy cuenta de que lo que yo buscaba no lo venden en el súper. Cosas de un domingo por la tarde en la que uno siente un vacío más arriba de las tripas. Cuando sí voy al súper para comprar lo que venden en el súper soy muy mirado. Es lo que nos pasa a todos los españoles. La curva de los precios bajó en octubre pero el precio de los alimentos se ha disparado. Vamos menos al supermercado, compramos menos productos, más marcas blancas, menos alimentos frescos. Nos apretamos el cinturón y solo tenemos un consuelo: se trata de un ajuste en nuestro consumo en parte programado por quien está a los mandos, es el BCE el que quiere que compremos menos para que los precios suban menos. Esperemos que en esta operación de cirugía económica corten grasa y no músculo.
Respiramos un poco más tranquilo desde hace unas horas. Estamos en un 'ay' con la guerra de Ucrania como no puede ser menos. Como ya sabes, ayer cayeron dos misiles sobre el pueblo polaco de Zewwodow. Y esto podía ser muy grave. Porque Polonia es un país que está en la OTAN. Hasta ahora la guerra en Ucrania, en la que pueden haber muerto 200.000 es una guerra que afecta a muchos países en el mundo pero que se ha desarrollado solo en territorio ucraniano. La OTAN no ha intervenido de forma directa en Ucrania, ni Putin ha atacado a un país de la OTAN. Si Putin atacara a un país de la OTAN, la OTAN tendría que defenderlo y la escalada nos llevaría a un escenario difícil de imaginar porque recordemos, Putin, tiene un botón nuclear. En los primeros momentos se encendieron todas las alarmas porque Polonia y Ucrania dijeron que el misil era ruso. Eso suponía, como digo, que la OTAN tendría que defender a Polonia. En la últimas horas se han reunido los miembros de la OTAN y su secretario general Stoltenberg ha explicado que Rusia no tenía intención de atacar a Polonia y lo más probable es que el misil fuera ucraniano y que desviara. Lo mismo ha dicho Biden.
Y lo más importante, los polacos también han comprado la versión de que el misil era ucraniano. Nadie, ni los rusos, han querido que el misil sea ruso. Mucho mejor. Este tenso incidente ha quitado protagonismo a la lluvia de misiles que lanzó ayer Putin contra los civiles ucranianos. A medida que Putin va retrocediendo, hace sufrir más a los civiles. Volvamos a hacernos la pregunta que nos hacemos desde el 24 de febrero: ¿está más cercana la paz? El General Mark Milley que es un general de mucho peso ha asegurado que el invierno sería un buen momento para empezar negociaciones de paz. El pentágono se ha lanzado rápidamente a negar esa posibilidad. Lo que no ha negado el pentágono es que el Director de la CIA, William Burns, se reuniera el lunes con el director de los servicios secretos de Turquía. Turquía es el país con el que hablan las dos partes. La administración Biden niega conversaciones diplomáticas, pero estas cosas siempre se niegan.