Fernando de Haro: "¿Qué está pasando en España con las agresiones sexuales?"

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Dentro de muy poco se pone el sol en el Reino Unido, los días son muy cortos en las islas británicas, aunque los colegios electorales van a estar abiertos hasta las 10 de noche. Vamos a hablar esta tarde de unas elecciones decisivas para el Brexit. Vamos a hablar esta tarde también, cómo no de las negociaciones para la investidura, de un candidato como Sánchez que se niega a dar una rueda de prensa como Dios manda.

Pero hoy todos estamos hablando de la sentencia a los los tres ex jugadores de la Arandina CF, por agresión sexual, es decir, por violación a una menor de 15 años el 24 de noviembre de 2017 en su piso de Aranda de Duero. Se les condena por la agresión que cada uno de ellos llevó a cabo y como cooperadores de agresión sexual en los delitos de los otros dos acusados. Por eso la pena es tan alta, 28 años de prisión. Un homicidio en España tiene una pena de prisión de entre 10 y 15 años.

En el caso de la Manada de Pamplona, solo después de que el Supremo estimara que había violación, corrigiendo a los dos tribunales navarros, que habían condenado por abuso, solo después de dos revisiones se llegó a 15 años de condena. En aquel caso la Fiscalía no había acusado por cooperación necesaria. Y por eso la pena fue menor.

En esta sentencia que no es firme, los jueces estiman que hubo intimidación, la intimidación o la violencia son los dos requisitos para que haya violación. No hace falta que haya resistencia de la víctima para que haya violación.

Esta agresión sexual se cometió en 2017. Desde entonces se han incrementado las agresiones sexuales en grupo, las manadas. ¿Qué está pasando? El problema de las agresiones sexuales no se resuelve solo con condenas duras. Aquí hay un problema de fondo que no estamos queriendo mirar. El pasado mes de septiembre la Fiscalía General del Estado presentó en el Supremo su tradicional memoria anual y ahí daba unas claves muy claras. La Fiscalía General del Estado alertaba el inquietante aumento de "los delitos de naturaleza sexual ejercida en grupo" entre los jóvenes. Y la Fiscalía señalaba que este fenómeno fenómeno que guarda relación con el uso de la pornografía a través de las redes, donde se representa a la mujer cosificada. Vamos a decirlo más claro, hay violencia sexual contra las mujeres, hay manadas en gran medida porque el consumo de porno está disparado. El porno no educa, deseduca, nos lo decía la semana pasada en La Tarde, el profesor Luis Manuel Martínez Domínguez, director del Observatorio de Responsabilidad Social Educativa. La responsabilidad, como en tantas otras cosas, es educativa.