Fernando de Haro: "El sector público andaluz es un gran elefante que lo invade todo"

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La historia es una señora con mucho sentido de la ironía. Por eso, ironías del destino, el primer presidente de la Junta De Andalucía no socialista, Moreno Bonilla, es el líder del PP que peor resultado ha obtenido para su formación desde hace casi 30 años. Han tenido que aparecer dos partidos más para que Moreno Bonilla haya podido hacer el primer discurso de investidura del que será mañana el primer presidente del PP. Quizás por eso, Moreno Bonilla, ha querido hacer un discurso prometiendo un cambio tranquilo.

Moreno ha salpicado su discurso de críticas a los que quieren crispar y dividir la sociedad y ha ofrecido ofertas de diálogo para todos. Diálogo sin cordones sanitarios. O sea, sin demonizar a Vox. Y ha ofrecido también diálogo a Susana Díaz que ha montado una manifestación a las puertas del Parlamento Andaluz para deslegitimarlo.

En el discurso de Bonilla, como era lógico, ha hecho mucha insistencia en la regeneración democrática y en la transparencia, en las auditorías, en la lucha contra la corrupción y en la regeneración. Es donde se la juegan PP y Ciudadanos. Bonilla ha apostado por un 'andalucismo españolista' y seguro que en eso ha conectado con todos los votantes, con los de la izquierda y la derecha.

Moreno ha prometido medidas para fomentar el empleo, el desarrollo industrial y el campo. Un discurso suave en el que no ha habido una descalificación bronca de los casi 40 años de socialismo, pero en el que ha habido una crítica de fondo: ha asegurado que el gobierno andaluz, una vez alcanzados ciertos valores de bienestar, se echo a dormir en los laurales.

Esta es la tarea más importante de las que tienen por delante Moreno Bonilla y Juan Marín: el cambio no lo hacen los politicos. El cambio lo hace la sociedad. El problema de los gobiernos socialistas es que no le dieron protagonismo a la sociedad. El sector público andaluz es un gran elefante que lo invade todo. Hay más de 300 entes a su servicio, de los más deficitarios de España, con unos gastos en personal un 68 por ciento más alto que su facturación. Uno de cada cuatro euros que se mueve en Andalucía se mueve en la Administración. Sabemos que el cambio que ha prometido Moreno Bonilla se cumplirá cuando la educación andaluza deje de estar a la cola y cuando el dinero público se utilice para fomentar la iniciativa y el protagonismo social. Son las sociedades las que hacen posible el cambio no los políticos.