El Nerón que gobierna en la Generalitat no ha querido dejar duda alguna de quien carga los coctailes molotov de los radicales. Esta mañana, mientras una Barcelona castigada por la tercera noche de violencia intentaba recuperar la normalida, Torra ha estado en el Parlament avivando el fuego. El presidente de la Generalitat ha pedido al separatismo que insista en la "desobediencia civil”, una desobediencia civil que tiene la forma de guerrilla urban.a En claro desafió al Constitucional y buscando la provocación ha defendido la celebración de un referendum. Anuncio que ha provocado el enfado de ERC. Torra indencia Cataluña por la dispuesta entre indepedentistas.
Cuando los Mossos, la policía catalana intentaba reponerse de una noche de infierno en la que se quemaron 400 contenedores, se les lanzó ácido y pirotencia contra su helicóptero, Torra, a su policia, le pedía contención.
Torra en su comparecencia de anoche, la primera en la que condenaba la violencia, se olvidó de los mosos. Con cinismo ha asegurado que confía en ellos para luego pedirle a Miquel Buch, que "investigar cualquier situación irregular que se haya podido producir y que haga autocrítica. Sus declaraciones, por si hubiera alguna duda, han dejado claro que está del lado de los radicales y en contra de los Mossos. Tsunami Democràtic es en realidad una subcontrata de la agitación y de la movilización organizada con Torra y Puigdemont en la reunión que mantuvieron en Ginebra. La investigación que se sigue en la Audiencia Nacional sobre los CDR detenidos ha recabado datos de las conversaciones entre Torra y los radicales en los que parece darles su apoyo. No son infiltrados son los subcontrados de Torra y Puigdemont. Con cinismo también ha asegurado que no se reconoce la violencia venga de donde venga.
Esta fórmula de violencia venga de donde venga es una fórmula muy utilizada por el independentismo vasco para quitar importancia a los asesinatos de ETA. La violencia viene de los radicales, de la policia viene el orden público. A este independetismo que arde en sus propias contradicciones y que hace muchos daño a Cataluña y a los catalanes le vendría muy bien un paso en falso del Estado. No es el momento de criticar al ministro del Interior en funciones porque anoche se tomara una hamburguesa.