Fernando de Haro: "El verbo que necesitamos oír los españoles es crear empleo, crear empleo y crear empleo"

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Hasta hace unos días no oíamos al presidente del Gobierno conjugar más que un verbo: yo vacunas, tu vacunas, él vacuna. Vacunar, vacunar, vacunar. Ahora solo repite otro verbo: indultar, indultar, indultar. Ya ha dicho la ministra Montero tras el Consejo de Ministros que Junqueras va bien. Indultar, indultar e indultar y cambiar, cambiar, cambiar los criterios de la desescalada: los que eran criterios del Consejo Interrterritorial de obligada cumplimiento para el ocio nocturno, ahora no lo son.

El verbo que nos gusta oír, que necesitamos oir los españoles es crear empleo, crear empleo y crear empleo. La gente que sabe dice que la economía española ha cogido buen ritmo en mayo, gracias entre otras cosas al fin del estado de alarma y el segundo trimestre del año va a ser el trimestre en el que empiece una clara recuperación. A ver que sucede con el turismo. A ver qué supone que no haya PCR para los vacunados y el experimento del pasaporte Covid. La economía empieza a tirar y ahora lo que hay que hacer es no equivocarse, que no se equivoque el Gobierno. Hoy el Banco de España nos ha dado los datos de una equivocación rotunda del Gobierno, mira que se lo habían avisado. Sánchez subió en 2019 el SMI un 22 por ciento en 2019.

En una reunión de diciembre de 2020 Sánchez defendió ese subidón del SMI, parecía una medida estupenda, el problema es que cuando se sube el SMI demasiado en determinados sectores no se crea empleo sino que se destruye, es más caro el empleo, y se destruye empleo. Hoy el Banco de España nos ha dicho que aquella medida impulsada por Podemos provocó una reducción del empleo en 174.000 puestos de trabajo. Ahí es nada.

"EN ESPAÑA HAY DEMASIADOS CONTRATOS TEMPORALES"

Iglesias se ha ido y en el ministerio de Trabajo sigue Yolanda Diaz que llegó de la mano de Podemos al Gobierno. La reforma laboral que está impulsando Yolanda Diaz plantea que se haga fijos a los trabajadores que encadenen dos años de contratos temporales. En España, por desgracia, hay demasiados contratos temporales. Pero hay demasiados contratos temporales porque el despido de los contratos indefinidos. Está muy bien que se reduzcan los contratos temporales pero el Gobierno no lo va a conseguir si no cambia la regulación de los contratos indefinidos. La ministra Yolanda Diaz ha presentado hace unos minutos un plan de empleo juvenil por valor de más de 3000 millones.

El paro juvenil en España es un problemón estamos casi en el 40 por ciento. Pero no sirve cualquier solución. Esto ya lo hemos vivido. El presidente ya anunció en 2018, tras completar sus primeros 100 días de Gobierno, un plan de choque contra el desempleo juvenil para 2019-2021 con el objetivo de reducir el paro de los jóvenes en diez puntos, y cuyos pobres resultados se vieron definitivamente truncados con el estallido de la pandemia. En el caso de la Garantía Juvenil Plus, hay un precedente en el programa Garantía Juvenil puesto en marcha en 2013 con fondos europeos, y que en España, tal y como la propia Bruselas constató al evaluar los resultados, resultó un estrepitoso fracaso, hasta el punto de que casi el 90% de sus potenciales destinatarios no llegaron a registrarse o a enterarse de su existencia.

Un país en el que un 40% de los jóvenes menores de 25 años no tiene empleo afronta un serio riesgo no solo para la viabilidad de su modelo económico, sino para el normal funcionamiento de su convivencia civil. La experiencia de España con los programas de ayuda y los planes de choque contra el desempleo juvenil, que más de una vez han sido utilizados como señuelo populista, no permite recibir con excesivo optimismo la grandilocuente ofensiva anunciada por Sánchez. Aunque las ayudas son siempre bienvenidas, es la ejecución sobre el terreno lo que marca la diferencia entre el éxito y el fracaso en este tipo de iniciativas. Más allá de ese extremo, el Gobierno debería recordar que la primera fuente de empleo –también del juvenil– es la recuperación de la actividad económica, impulsada por una legislación laboral flexible que permita a las empresas mover y animar el mercado laboral.

¿Cómo resolver este problema? Nosotros pensamos que a los ninis jóvenes hay que incentivarlos a que vuelvan al sistema educativo para completar sus estudios. Y para el resto hay que buscar soluciones a medida.

En otros países, esta tarea recaería en los servicios públicos de empleo, pero en el caso español dudamos de que sea una buena idea. Estos servicios deberían limitarse a identificar a los jóvenes que no disponen de la mínima cualificación necesaria para encontrar empleo, mientras que para su reinserción se podrían utilizar agencias privadas de colocación. Incluso se podrían crear bonos de formación (vouchers en inglés), de forma que los parados puedan elegir tanto el tipo de formación como el proveedor.