Fernando de Haro: "Ya veremos si el PP de Rajoy es el último de grandes mayorías"

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La política es una señora con un fino sentido de la ironía. Esa señora con fino sentido de la ironía ha querido hacer coincidir dos acontecimientos, en dos escenarios distanciados por 550 kilómetros. Uno de esos escenarios ha sido el Parlamento de Andalucía, donde Moreno Bonilla ha jurado su cargo como presidente andaluz. El otro es el Recinto Ferial de Madrid en el que arranca la Convención en la que el PP quiere redefinirse como el PP de Casado, como un nuevo PP.

La jura de Moreno Bonilla, además de materializar un cambio histórico, supone una ironía de esa señora que es la política. Porque Moreno Bonilla era un sorayista. Moreno Bonilla es el último exponente del PP que este fin de semana se marcha, el de Rajoy y el de Soraya Saénz de Santamaria y es a la vez, con su llegada al poder en Andalucía y con pacto con VOX y Ciudadanos, el primer éxito del PP de Casado. Del PP que está llegando. Éxito por la capacidad de pactar no por los resultados que el PP ha obtenido en Andalucía. Pablo Casado ha revindicado a Moreno Bonilla como el hombre con el que comienza el cambio.

La política es una señora con mucho sentido de la ironía. En la toma de posesión de Moreno Bonilla han coincidido el PP que se fue, el de Rayoy y de Soraya Saénz de Santamaría y el de Casado, el PP que con la convención de este fin de semana acaba de llegar. Rajoy ha levantado mucho morbo porque la de esta mañana era probablemente el primer acto político al que asistía, si descartamos el aniversario de la Constitución. Pero Rajoy no ha querido hacer grandes valoraciones políticas. En esto no hay gran novedad. Solo ha dicho que el cambio es bueno y que no tiene consejos para Moreno Bonilla.

Con la toma de posesión y con la convención de este fin de semana acabar de marcharse el PP de Rajoy. O no que diría Mariano. Pero esta vez sí. Se va el último PP que tuvo entre sus votantes una amplia parte del centro y toda la derecha. Ya veremos si es el último PP de grandes mayorías. Se va el PP que no supo ver, no tuvo la humildad, de entender la fractura que se abrió con los casos de corrupción del presente y del pasado. El PP que prometió bajada de impuestos y que los subió 30 veces porque la herencia de Zapatero era endiablada. El PP que supo gestionar bien un rescate bancario y que evitó un rescate general. El PP que hizo algunas buenas reformas, pero escasas. Entre otras la reforma laboral. El PP que confundió la gestión y con la política , el PP al que no le interesó ni la educación ni la cultura.