De Haro: "El Gobierno ha decretado un cierre sin voluntad de acuerdo y con el objetivo de hacerle daño al PP"

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El estado de alarma ya ha entrado en vigor, se ha publicado en el BOE. 7.000 policías vigilarán las carreteras y otras infraestructuras de transporte de forma inmediata.

El Gobierno de Sánchez intenta, tarde y mal, evitar una fuga de los madrileños con motivo del puente de la Hispanidad. Esto es muy fatigoso, es muy fatigoso distinguir los hechos de las interpretaciones de políticos empeñados en no salir de una trinchera infinita. Es fatigoso cuando estamos batallando con una segunda ola del virus que deja muchas víctimas y cuando afrontamos una crisis desconocida. Es fatigoso pero necesario porque si no prevalece la confusión. Ninguna de las dos partes tiene pase. El Gobierno de Sánchez, después de sus sucesivas chapuzas, ha decretado un cierre de Madrid sin voluntad alguna de acuerdo y con el objetivo de hacerle daño al PP. Y el Gobierno de Madrid, el de Ayuso, ha querido llevar más allá de lo razonable el pulso a Sánchez con intenciones partidistas. No se salva ninguna de las dos partes.

Tras aprobar en un Consejo de Ministros Extraordinario el estado de alarma para impedir la salida de Madrid, el ministro Illa ha explicado lo que ha sucedido. Dice que ha llegado aquí porque la Comunidad no ha actuado antes. La Comunidad de Madrid "ha decidido no hacer nada".

Esta interpretación no se corresponde a los hechos. El Gobierno ha decretado un estado de alarma para Madrid porque el TSJM tumbó la orden del Gobierno de Sánchez cerrando Madrid. Y el TSJM tumbó esa orden porque en su momento Sánchez no hizo lo que había prometido: aprobar leyes necesarias para situaciones como las que está viviendo Madrid. Y el TSJM tumbó esa orden porque el Gobierno utilizó una cobertura legal inadecuada, el Gobierno utilizó la ley del Sistema Nacional de Salud. Meterse en lo de las leyes es pesado, pero sin meternos en las leyes los políticos nos torean. Algunas Comunidades Autónomas han aprobado confinamientos perimetrales con otras leyes y no se las han tumbado los tribunales. El Gobierno podría haber evitado el estado de alarma, probablemente, utilizando otras leyes. Hemos llegado hasta aquí porque Sánchez no ha hecho sus deberes, porque Sánchez fue derrotado en los tribunales y muy probablemente porque Sánchez ha querido dar un golpe de fuerza a la Comunidad Autónoma que es el emblema del PP.

Y hemos llegado hasta aquí porque el Gobierno del PP, Ayuso, ha ido más allá de lo razonable en su batalla política contra Sánchez. Esto no es la invasión de los Sudetes. Ceder es ganar, sobre todo credibilidad. Nadie, nadie, va a sacar partido de una batalla con vidas en juego. Ayer Ayuso pidió a los madrileños que no se fueran de puente.

Si Ayuso pide a los madrileños que no salgan de Madrid, es porque reconoce que la mejora de los datos en la Comunidad de Madrid requiere soluciones. Si lo pidió ayer es porque reconocía implícitamente que sólo el confinamiento de ciertas zonas sanitarias, como su Gobierno defiende, no es suficiente.

Y luego está el tristísimo y abochornante espectáculo de las últimas horas. Sánchez ha querido cerrar antes de las tres de la tarde y ha hablado por teléfono con Ayuso cuando ya estaba decidido. Pero Calvo dice que había llamado.