De Haro: "A Iglesias, cuando no le gustan las sentencias, critica a los jueces"

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Esta mañana se ha inaugurado el Año Judicial. Felipe VI ha sido aplaudido y vitoreado con "vivas al Rey" tanto a su llegada como salida del que fuera Palacio de Bárbara de Braganza, actual sede del Supremo.

Una inauguración diferente este año no solo por el Covid sino porque la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, hace solo un año era ministra de Justicia. Dolores Delgado ha hablado de nuevas medidas para hacer frente a los okupas. Es inevitable que cuando toma decisiones como la de dar vía la declaración de Martín Villa ante una juez argentina, en un proceso que quiere poner en la picota a la transición, pensemos que es el Gobierno quien actúa.

Se inaugura el año judicial con un Gobierno, con un vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, que cuando no le gustan las sentencias se dedica a criticar a los jueces. Y se inaugura el año judicial cuando la renovación del Consejo General del Poder lleva 20 meses pendiente. Esto supone el bloqueo para renovar el órgano de gobierno de los jueces.

Esta mañana Pedro Sánchez, como viene haciendo desde hace meses, ha presionado al PP para llegar a un acuerdo en la renovación del CGPJ. Lo ha tenido más fácil después de que el diario El País se la dejara botando con la publicación del contenido de un Whatsapp que Casado le mandó a Sánchez mostrándose dispuesto en julio a renovar el CGPJ.

Según El País fue el rechazo de Cayetana Álvarez de Toledo, al marcharse como portavoz a ese acuerdo, la que le hizo dar marcha atrás al PP. Los populares no niegan el preacuerdo, dicen que cambiaron de criterio por la feria que montó Podemos con el Rey Juan Carlos en agosto.

El acuerdo preveía una o dos vocalías para Podemos. El PP en julio ya sabía que Podemos podía entrar en el CGPJ y el PP ya sabía en Julio que Podemos iba a utilizar cualquier momento para desprestigiar a la monarquía. El PP no es un partido inconstitucional ni anticonstitucional por no aceptar una renovación del CGPJ que establece la Constitución. El PP, por desgracia, hace lo mismo que el PSOE desde que en 1985, por una reforma de Felipe González, los 12 vocales que eligen a los jueces y los magistrados se los reparten los partidos políticos. El Consejo nombra a los magistrados del Supremo, a los presidentes de tribunales de justicia y a los jefes de las distintas salas de la Audiencia Nacional.

Cuando Aznar y Rajoy estaban en la oposición prometía una menor intervención en el CGPJ, pero ni uno ni otro lo hicieron. Tampoco Sánchez anda más fino, en septiembre pasado Sánchez anunció un cambio en las oposiciones para juez que hizo temblar al cuerpo y la desfachatez con la que ha convertido a Dolores Delgado en Fiscal General del Estado pone de manifiesto que Sánchez no tiene ningún pudor en ir contra la independencia judicial.

En la entrevista Sánchez ha anunciado que reformará el delito de sedición del Código Penal y pide "empatía" con la sociedad catalana. Empatía ¿con qué sociedad catalana? ¿Con la que vota ERC o independentista? Hoy una encuesta de la Vanguardia muestra que solo el 26 por ciento de los catalanes reclaman un referéndum. Promete reformar el delito de sedición, vieja promesa. Principio de retroactividad para las leyes penales que benefician a los condenados.

Seguir teniendo el comodín de ERC. Y ojo porque Sánchez puede estar cortejando a cuatro diputados del PDECAT Ferran Bel, Sergi Miquel, Concep Cañadell y Genís Boadella. Estos cuatro diputados que fueron en las listas conjuntas de JXCAT y Pdecat, no se han querido sumar a JxCAT y quizás puedan estar interesados en hacerle daño a Puigdemont votando a favor de los presupuestos.