De Haro reflexiona sobre el accidente en Baltimore: "No sabemos lo que tenemos hasta que nos falta"

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El hundimiento del Francis Scott Key Bridge, el puente de Baltimore, tras el choque de un carguero ha dejado hasta 20 personas desaparecidas y la imagen que atrae como un imán de un gran barco de contenedores con una estructura metálica encima.

En algunos rincones del mundo se han producido en las últimas horas accidentes con el mismo número o similar de víctimas. El hambre, los bombardeos en Gaza, la guerra en Ucrania se han cobrado en las últimas horas un número semejante de víctimas. Pero lo de Baltimore, nos tiene embrujados, no solo va de muertos.

Lo de Baltimore tiene la fuerza de un enlace, de un vínculo que desaparece. No valoramos lo que tenemos hasta que nos falta. En 1998, un temporal con vientos de hasta 170 kilómetros por hora desató la tragedia en Ferrol, La Coruña. Una plataforma de prospección petrolífera se soltó del muelle de Astano, donde se construía, y fue arrastrada por el viento hasta el puente de As Pías.

Ferrol casi incomunicado por tierra durante dos meses. Sin puente, la distancia de lo que hay al otro lado se duplica, se triplica, se multiplica por diez o por cien. Sin puente hay que buscar un vado o cruzar el río en barcaza. Recuerdo lo que significaba pasar del Algarve a Huelva cuando no había puente.

El verano pasado los ucranianos volvieron a atacar el puente de Kerch que es el que une la península de Crimea con Rusia, intentando romper ese vínculo. Volar un puente es una forma de impedir el avance del enemigo, volar un puente supone destruir años, quizás siglos de historia, siglos de vínculos, porque entendemos que del otro lado solo puede venir lo malo.

Volar puentes es un gesto de miedo, es un gesto defensivo. Quizás la imagen del puente volado, del puente destruido expresa bien el momento que vivimos: tenemos miedo, estamos heridos como un ejército en retirada y pensamos que del otro lado del río solo puede venir algo malo.

Aquí no pasada nada, es el mensaje que quiere mandar el Gobierno. El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha presentado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros el Plan Anual Normativo para 2024, aprobado este martes por el Ejecutivo, de las normas que quiere salir adelante. Este Plan contiene 198 iniciativas para su aprobación, de las cuales el 75% serán Reales Decretos, mientras que el resto serán leyes ordinarias u orgánicas. La mayoría de la actividad normativa no va a ser una actividad legislativa que tenga como punto de origen el Congreso de los Diputados.

Entre las reformas y normativas, está la ley de Enjuiciamiento criminal. En la rueda de prensa, cuando le han preguntado a Bolaños en qué sentido se quiere cambiar, no ha querido concretarlo. Recordemos que le ofreció Sánchez a Junts una modificación de la ley para que se pusiera tope a las investigaciones de los jueces de instrucción, para que la amnistía beneficiase a más.

Lo llamativo es que no nos ha querido contar si es esto lo que quieren cambiar en la ley de Enjuiciamiento criminal.