De Haro: "La revolución de los independentistas es la revolución de los cobardes"

- 2 MIN

Barcelona ha sido, es, una ciudad, pisoteada, secuestrada, golpeada severamente por la violencia de un independentismo que le ha hecho la vida imposible a los barceloneses. Es 21 de diciembre. Un día para apuntar en el calendario. Un día en el que, si había alguna duda, ha quedado claro que la revolución de los independentistas no es la revolución de las sonrisas, sino de los violentos. Es la revolución de los cobardes, los que tapan sus caras con capuchas. Miles de ciudadanos no han podido acceder a sus puestos de trabajo, multitid de carreteras han estado cortadas, los Mossos no han querido o no han podido despejarlas hasta bastante tarde... Hay de momento once detenidos, un periodista atacado, ha habido hogueras en las calles, neumáticos cortados, escena protagonizadas por una guerrilla urbana. A los radicales se les ha intervenido material incencidiario. No a la violencia, no a la cobardía, no al secuestro de una ciudad como Barcelona. 

El Consejo de Ministros se ha celebrado en una Llotja de Mar asediada, hace unos pocos minutos los Mossos tenía que cargar de nuevo para contener el avance de los radicales. Este asedio de la ciudad se ha producido mientras el Gobierno de la Generalitat guardaba silencio, mientras la CUP animaba a la revuelta y ERC reclamaba un referéndum de autodeterminación. Este asedio a la ciudad se ha producido solo unas horas después de que el Gobierno de Sánchez haya concedido a Torra la foto de una cumbre bilateral y después de haber retirado el respeto a la Constititución de su declaración conjunta. La estrategia de apaciguamiento del independentismo no ha dado resultado alguno. Esta mañana mientras Barcelona era asediada El diputado de la CUP en el Parlament Carles Riera se felicitaba por lo que estaba ocurriendo y el vicepresidente de Òmnium Cultural en un Consejo de Ministros paralalelo ha reclamado la autodeterminación. 

Esto es exactamente lo mismo que pide Torra, al que Sánchez le dio ayer la foto y una declaración sin Constitución