De Haro: “A Sánchez se le ve cómodo haciendo oposición a la oposición”

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El presidente Sánchez ha querido, antes de acabar el año, hacer balance de sus siete meses al frente del Gobierno. Nos ha anunciado que va a agotar la legislatura y después de escucharlo no sabe uno como España ha podido vivir sin un gobernante así. Con Sánchez la reconquista no hubiera ocho siglos sino ocho semanas u ocho días. Sánchez sin el menor sonrojo ha defendido que ha hecho más en siete meses que Rajoy en siete años.

Sánchez ha defendido como mérito de su Gobierno la creación de 500.000 puestos de trabajo. Se ha olvidado de recordar que en España se crean desde 2015 todos los años medio millón de puestos de trabajo, en parte por una reforma laboral, que puso en marcha Rajoy. Sánchez ha reivindicado como éxito propio la subida salarial de los funcionarios a la que le había dado luz verde Rajoy. O la subida de las pensiones conforme al IPC que es una medida acordada por el Pacto de Toledo. 

Escuchando a Sánchez uno tiene la sensación de que España no ha tenido presencia internacional, derechos sociales, medidas contra la violencia machista y regeneración democrática desde que Sánchez llegó al poder. Seguramente el presidente del Gobierno se ha visto obligado a exagerar todos sus logros porque durante estos siete meses hemos asistido a una improvisación continua. Como muestra un botón. Sánchez ha llegado a decir que ahora el Gobierno no tiene prisa en sacar a Franco del Valle de los Caídos. Hemos visto a un presidente del Gobierno cómodo en la loa de sí mismo y cómo en hacer oposición a la oposición: Sánchez sigue instalado en la moción de censura a Rajoy que ha revindicado.

A Sánchez se le ha visto cómodo haciendo oposición a la oposición y por eso ha estado encantado de poner a caldo el pacto de Vox, del PP y de Ciudadanos en Andalucía. Pero el solito se ha metido en la trampa. Ha reivindicado la moción de censura con independentistas y ha criticado el cambio en Andalucía con Vox. Cuando le han preguntado cuál es la diferencia se ha quedado tan ancho: no es lo mismo una moción de censura que una sesión de investidura.