De Haro: “¿Y si la tarea del líder de la oposición no fuera vetar a Sánchez, sino moderar a Sánchez?

- 2 MIN

Golpeando en las puertas del cielo. La canción la escribió Bob Dylan: Mamá quítame está placa, está demasiado oscuro para ver. Toc-toc, llamando a la puerta del cielo. La versión que hizo Gund N’ Roses es potentísima.

Pedro, quítame esta placa de oposición es demasiado pesada. Pedro, estoy tocando, tocando a la puerta. Pablo Iglesias sigue llamando a la puerta del cielo en vísperas de la reunión de contactos de Sánchez para las investiduras. Las puertas del cielo al que está llamando Iglesias se llaman, parece ser, Ministerio de Trabajo. ¿Te imaginas como sería Iglesias de ministro de Trabajo? Parece escatológico pero en realidad sería un infierno. Al menos a ojos de Bruselas. La ministra de Trabajo en funciones, Valerio, ya ha dicho que se vaya a llamar a otra puerta. Además de la previsible insistencia de Iglesias para entrar en el Gobierno, la crónica del pactódromo de las últimas horas nos deja al partido bisagra empeñado en no mancharse, y ya se sabe que una bisagra si no está bien engrasada chirría. Ciudadanos es el partido que no quiere ser bisagra y que cuando se decide a serlo no quiere que se sepa. Ayer por fin, el líder de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, accedió a reunirse con Rocío Monasterio, la líder de Vox en la misma Comunidad. Le ha faltado tiempo a Villegas, el secretario general, para negar que hubiese negociación.

Un domingo Aguado y Monasterio no se reunieron para hablar del Gobierno de Madrid, dice Villegas. Igual Monasterio le explicó las últimas tendencias de la arquitectura y Aguado los secretos del waterpolo. Si se han reunido, es que han hablado del Gobierno de la Comunidad de Madrid. ¿Cuál es el problema? Valls, que se muestra tan comprensivo para frenar al independentismo en Barcelona apoyando a Colau, se pone exquisito con Vox. Si Colau es realismo, Vox también. Ciudadanos empeñado en no marcharse y, sin embargo, Isabel Díaz Ayuso, la candidata del PP a presidir la Comunidad, se ha mostrado dispuesta a que el partido se abstenga para que gobierne Sánchez. Rápidamente ha salido el secretario general del PP, García Egea, a desmentirlo.

Es sin duda pronto para que el PP se abstenga: pero esto se pone interesante. A pesar de haber sido corregida, ha sido una líder del PP la que ha apostado por levantar el veto. ¿Y si la tarea del líder de la oposición no fuera vetar a Sánchez sino moderar a Sánchez?