De Haro a las 17:00h: “Hemos estado con padres que dan la vida por sus hijos hasta el último minuto”
El presentador del programa se ha trasladado al Hospital Niño Jesús para ver como actúa el equipo de paliativos infantiles.
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Madrid - Publicado el - Actualizado
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Dentro de unos minutos vamos a escuchar un reportaje que he preparado con Palo Serrano, uno de los miembros de nuestro equipo. Hemos pasado medio día con el equipo de paliativos infantiles del Hospital Niño Jesús. Hemos estado en un hospital que es solo para niños, y en ese hospital se ocupan de un modo especial de niños que no se van a curar nunca y que pueden morir pronto. Hemos hablado con los médicos, hemos viajado con ellos en un coche mientras trabajaban y hemos estado en la casa de Juan, un niño que tiene nueve años, un niño que sufre parálisis cerebral, un niño guapísimo. Y hemos estado con su madre, Rocío, que decía seguir adelante con su embarazo a pesar de que sabía lo que iba a pasar. A muchos de estos niños que ya no se van a curar les viene muy bien estar en su casa, atendidos por sus padres, en compañía de sus hermanos, o de sus hermanas como el caso de Juan, vivir sus últimos meses o sus últimos días o sus últimos años con sus padres.
Para eso es necesario que los padres hagan un gran esfuerzo, que se conviertan ellos casi en enfermeros. Pero lo hacen, vigilan en sus casas el suero, los aparatos, le administran las medicinas. Hemos estado con médicos que ponen todas sus energía en cuidar de la vida hasta el último momento. Y con padres que dan la vida por sus hijos hasta el último minuto de un modo que te hace comprender mucho mejor en qué consiste ser padre y madre, en qué consiste ser médico. Los médicos nos ha explicado que los niños que no se van a curar nunca necesitan que los adultos rompamos el pacto de silencio que hemos construido ante la muerte, los niños que saben que se van necesitan respuestas, necesitan padres y médicos que no tengan miedo, que no oculten lo que está pasando. Los médicos nos han dicho que es bueno que los hermanos puedan acompañar a los niños que están muy malitos, que no es bueno ocultar la realidad.