Esta mañana el presidente del Parlament, Roger Torrent, ha justificado la expulsión del portavoz de Ciudadanos de la sesión, Carrizosa. Ha argumentado que no se pueden perder las formas, no se pueden sobrepasar ciertos límites.
Esto es muy del independentismo. Ayer los grupos independentistas aprobaron, como ya sabes, unas resoluciones, que defiende “legitimidad de la desobediencia civil e institucional”, que reclaman la salida de la Guardia Civil de Cataluña, a la que llaman policía política, y acuerdan pedir la amnistía de los separatistas presos. Y por si fuera poco revindican el 1-O como un “referéndum legítimo y legal. Y esta mañana el presidente del Parlament asegura que se han sobrepasado los límites porque la oposición constitucionalista protestar. Alguna de las resoluciones fue cuestionada hasta por los letrados de la Cámara. El Gobierno ha anunciado que va a recurrir.
¿Tiene sentido recurrir estas resoluciones sino tienen valor de ley? ¿Es electoralismo de Sánchez? El Institucionaliza anuló aprobar la Ley del Referéndum y la Ley de Transitoriedad Jurídica. Pero también la resolución del Parlamento de Cataluña aprobada el 11 de octubre de 2018 reprobando a Felipe VI por su declaración institucional con motivo del referéndum ilegal celebrado en esta comunidad autónoma el 1 de octubre de 2017. El Gobierno eso sí ha asegurado que no ha llegado el momento de aplicar el 155.
¿Se dan las circunstancias? Hemos tenido en los últimos meses dos sentencias que precisan cuando El PP evita apelar en este momento al 155 ante la situación en Cataluña y exige llevar al TC resoluciones de Parlament. Gamarra insta al PSOE a romper los pactos que tiene en Cataluña con sus "socios" independentistas por "responsabilidad política". Ciudadanos pide un 155 perpetuo. No importa que se aproveche el electoralmente. Su rotundidad. Este es el momento de estar con el Gobierno Constitucional, Sánchez ha ido y ha venido, pero es el presidente del Gobierno constitucional.
Quizás convenga tener en cuenta el contexto. El independentismo tiene que hacer ruido con la sentencia, se ha adelantado. El Parlament que ha aprobado las resoluciones disparatadas es un Parlament con un independentismo entre los que quieren convocar elecciones, los que piden un gobierno de concentración. No estamos como hace dos años. El derrotado, esperando una sentencia.