Hay quien predica en el desierto, como el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. Predica en el desierto, es su trabajo, lleva meses predicando en el desierto, reclamando acuerdos políticos y consenso. La petición que ha hecho hoy en el Congreso de los Diputados ha adquirido hoy tintes dramáticos después de que el Gobierno haya empeorado sus previsiones para 2021. Hoy nos ha dicho que el PIB va a caer más de un 11 por ciento, que el paro se va a disparar por encima del 17 por ciento.
Son cifras pero es sufrimiento social. El Gobernador ha asegurado que no beneficia a nadie mantener empresas sobre dimensionadas e incapaces de ser rentables. Eso significa que muchos ERTES serán ERES. El consenso que no están teniendo nuestros políticos para hacer frente a la crisis sanitaria va a ser nocivo para hacer frente a la crisis económica.
De Haro sobre la ley educativa que propone Celáa
Los hijos no son de los padres, decía Celáa, eso lo decía la ministra en un mundo en el que todavía no había Covid. La pandemia ha cambiado muchas cosas, pero no ha cambiado la voluntad que tienen los socios del Gobierno, socialistas y Podemos de darse mucha prisa en tramitar la LOMLOE, la enésima ley educativa, elaborada sobre todo para derogar la LOMCE, la ley del PP que el propio PP ya derogó en parte. Prisa, mucha prisa. La LOMLOE se estuvo tramitando durante la pandemia, se tramitaba una reforma ideológica de la educación, pero no se trabajaba con las CAS para abrir cuanto antes los colegios.
Las prisas del Gobierno provocaron que no se pidiera dictamen el Consejo de Estado ni que se haya dado a los grupos parlamentarios de la oposición el plazo suplementario que suele dar a los grupos que lo solicitan para presentar enmiendas. Las enmiendas de PSOE y Podemos, 117 enmiendas, han radicalizado el texto inicial. Las enmiendas han apuntado a reducir la libertad de elección de las familias y a incrementar el control por la Administración del proceso de admisión de alumnos.
Las enmiendas muestran la poca simpatía, por decirlo suave hacia los los centros de Educación Especial. Las enmiendas muestran la voluntad de establecer actividades complementarias gratuitas y obligatorias con alto contenido ideológico.
De prisa, de prisa, una ley de educación pronto, pero sin contar con los que hacen educación. Cambiar una ley educativa no es lo mismo que cambiar la regulación de la protección de las torres de luz, requiere no solo ingeniero sino escuchar a los expertos.
Así, según el Real Decreto aprobado hoy, en el caso de la ESO y Bachillerato, se podrá conseguir el título “garantizando la adquisición de los objetivos generales de la etapa que permitan al alumno continuar con su itinerario académico y no quedará supeditada a la no existencia de materias sin superar para el acceso a ambas titulaciones", dice el documento. En el caso del Bachillerato, se podrá obtener el título con suspensos siempre que la nota media sea cinco.