Fernando de Haro: "Está claro que Sánchez no había valorado bien las consecuencias de su giro sobre el Sáhara"

Todavía suenan en nuestros oídos las palabras que pronunció Sánchez: "El impulso a un nuevo tiempo entre las relaciones entre España y Marruecos es una realidad. El balance, aunque provisional, creo que podemos calificarlo como positivo". El balance del cambio de postura de España respecto al Sáhara decía que era positivo. De momento, lo único que ha conseguido Sánchez ha sido el control de la migración desde Marruecos. Por no tener, no tenemos ni siquiera abierta plenamente la aduana de Melilla.

No tenemos mucha concesión por parte de Marruecos, pero tenemos un buen lío con los argelinos. ¿Qué supone que Argelia haya anunciado que suspende el Acuerdo de Amistad que tiene con España? En su momento, Argelia ya cerró el principal gaseoducto que une con España. Después vino la retirada del embajador.

Entre importaciones y exportaciones, las relaciones comerciales entre Argelia y España suman 6.000 millones al año. Eso es lo que está en peligro. Y Argelia ya empieza a mandarnos inmigrantes. Ayer, llegaron a las costas baleares más de 100 personas de nacionalidad argelina a bordo de seis cayucos.

"¿Respuesta serena?"

La reacción del Gobierno. El ministro Albares dice que, de momento, no está en peligro el sumnistro de gas y que va a haber una respuesta seria por parte del Gobierno de Sánchez. "Estamos analizando el alcance y las consecuencias de marena serena, constructiva, pero también de manera firme", dice Albares.

¿Respuesta serena? Cada vez está más claro que Sánchez no había valorado bien las consecuencias de su giro sobre el Sáhara. España ha conseguido el apoyo de la Unión Europea y eso está muy bien. Nabila Massrali, portavoz oficial del Ejecutivo comunitario para Asuntos Exteriores: "Esta esta situación es extremadamente preocupante. Estamos revisando el impacto de la decisión, consideramos el dialógo y los canales diplomáticos fundamentales para encontrar soluciones a los desacuerdos actuales".

Apoyo de Bruselas, pero no nos van a sacar de este problema. España hubiera mantenido el muy difícil equilibrio de años entre sus responsabilidades como potencia administradora del Sáhara occidental sin pretender emular a Estados Unidos y mucho menos a Francia y a Alemania.