Fernando de Haro: "Estamos ante un nuevo escalón en Cataluña pero la violencia no es nueva"
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A estas horas Oriol Junqueras no ha condenado que nueve personas que han sido detenidas en diferentes puntos de Cataluña tuvieran "una gran cantidad" de precursores de explosivos que pensaban utilizar en próximas fechas con motivo del aniversario con motivo del aniversario del 1-O y como respuesta a la sentencia del "procés" .
A pesar de que la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha asegurado que tiene la "certeza" de que los detenidos estaban preparando atentados, todavía no hemos escuchado a Oriol Junqueras, que se ha confesado un hombre de paz, condenar esos planes. Es más su gente, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha asegurado que las detenciones son parte de una nueva ola represiva del Estado. La CUP, Clara Ponsatí la ex consejera fugada, la ANC, Omnium Cultutal han tirado de la teoría conspirativa del Estado español que es muy malo y que detiene a la gente que puede estar fabricando bombas. Pero es muy significativo que ERC, que representa teoricamente la tercera vía, que en ocasiones parece querer dar la impresión de estar abandonando la vía uniliateral de secesión, o sea la secesión, critique al Estado Español por detener a los que pueden estar fabricando bombas.
El ala más radical de los CDR, a los que pertenecen los detenidos, parece haber hecho caso a la invitación que había hecho Torra hace un año para que apretaran. A estas horas todavía no conocemos si a Torra le parece bien que los CDR aprieten así.
Marlaska que ha explicado que se investiga la posible comisión de un delito violento. Estamos ante una escalón más porque estamos hablano de posibles atentados. Pero la violencia no es nueva, recordemos, en intento de secesión de Cataluña ni a las protestas por la respuesta del Estado de Derecho. La Fiscalía del Supremo dio por probado que en el intento de independencia de Cataluña se utilizó una violencia suficiente para provocar una rebelión. La fiscalía aseguró que hubo nexo causal entre esa violencia y la finalidad de la declaración de independencia, si los acusados tuvieron conocimiento de que se iban a producir enfrentamientos y si se sirvieron o instrumentalizaron esa violencia.
La Generalitat presida por Torra reconoció hace ya meses que los llamados CDR han protagonizado actos de violencia en sus protestas. Se han abierto decenas de diligencias judiciales por presuntos delitos de desorden público. Los tribunales catalanes ya condenaron este verano a una pareja por ese delito. Ya veremos en que queda esta investigación pero desde ahora el independentismo tiene más difícil, cuando se publique la sentencia, asegurar ante la opinión pública internacional que es una condena a un movimiento pacífico que solo ha ejercido sus derechos políticos.