Fernando de Haro: "El Gobierno quiere que sea Bruselas quien tire de las orejas a Argelia"
El copresentador de 'La Tarde' hace un análisis sobre la crisis entre Argelia y España
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Hoy es 40 de mayo y, efectivamente, ha llegado el momento de quitarse el sayo. Hasta el miércoles próximo, vamos a pasar mucho calor. De hecho, en algunos rincones de España se llegará hasta los 44 grados. El que no va a pasar calor va a ser Alexander Wang y si pasa calor será porque quiere.
Alexander Wang habla de tecnología porque es un estadounidense de origen chino que tiene 25 años y un patrimonio de 1.000 millones de dólares con un negocio tecnológico. La criatura no ha heredado ni un dólar. Hace seis años, montó una empresa que ha desarrollado un software de inteligencia artificial y que procesa datos mejor que ningún otro software: imágenes, documentos, etc.
Todo el mundo compra el producto de Alexander. Así empiezan las historias de compañias de éxito en Sillycon Valley y, luego, nos encontramos con grandes monopolios como Google, Facebook y Whatsapp... Es curioso como la derecha liberal que tanto defiende la libertad de mercado no sea crítica con las empresas del capitalismo tecnológico que tienen desarollado monopolios. Y es curioso como la izquierda progresista es cada vez menos izquierda y más progresista y cada vez denuncia menos el imperio del dinero.
Ya podemos estar tranquilos, Zapatero, ¿te acuerdas? El que fue presidente del Gobierno, desde Túnez, ha asegurado que el Gobierno de España va ganando terreno en el conflicto que le enfrenta a Argelia. Sánchez, como sabes, después de que Argelia haya clausurado el acuerdo de amistad con España, quiere que la UE resuelva el conflicto. De hecho, el Gobierno hace saber que maneja la posibilidad de llevar a Argelia hasta los Tribunales y quiere que sea Bruselas quien les tire de las orejas. La ministra de Industria Reyes Maroto ha anunciado hace unas horas que se está revisando el acuerdo de asociación entre Argelia y la UE.
"No hay nada más imprudente, como decía Pablo Iglesias, que fiarse de Sánchez"
Lo que quiere el gobierno de Sánchez es que de este problema se encargue la UE. Más razones para que los argelinos estén enfadados. La crisis que fue de Marruecos, que luego fue de Pegasus y que ahora es de Argelia, retrata perfectamente a nuestro presidente del Gobierno. Sánchez tiene una inclinación irrefrenable a hacer política de cortoplazo, a improvisar, a lanzar la pelota para adelante. Unos años está contra los indepes y otros años con los indepes. Una ley la saca adelante con Bildu y otra con el PP. El problema es que este cortoplacismo que utiliza en política exterior es explosivo.
Cuando a finales de marzo supimos por la carta filtrada por Marruecos que Sánchez había cambiado la posición respecto al Sahara el solito, pensamos que, al menos, esto lo tendría atado. Al menos esto. Y, ahora, sabemos que nada estaba atado. Seguimos sin comprender el giro que Sánchez no ha explicado y solo tenemos la sospecha de que Marruecos consiguió datos sustanciosos del teléfono del presidente del Gobierno.
Sánchez se ha metido de lleno en el conflicto entre Marruecos y Argelia y ha optado por Mohamed VI. No hay nada más imprudente, como decía Pablo Iglesias, que fiarse de Sánchez. En política nacional se puede ir trampeando, se puede salir adelante a base de desprestigiar al CNI, de saltarse a la torera la independencia de la Justicia o la independencia del Congreso. Pero la política internacional es otra cosa y Sánchez tiene ahora que verselas con dos países del norte de África, que juegan con otras reglas y que se las saben casi todas.