Fernando de Haro: "Los españoles estamos cansados de la falta de sinceridad de los políticos"

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En España tenemos una tasa de paro del 14 por ciento después de haber sido durante mucho tiempo el país que más ha crecido en la UE. En España tenemos la tasa de fracaso escolar del 18 por ciento, la mayor de la UE. Tenemos un problema serio de productividad que nos hace débiles para la desaceleración económica, tenemos falta de investigación, tenemos una fractura social creciente, tenemos muchos retos y esta tarde tenemos que estar pendientes de la supuesta negociación entre los del PSOE y los de Podemos para una supuesta investidura que todo el mundo sabe que no se va a producir, tenemos que estar pendientes de un teatrillo que no busca acuerdo alguno, Sánchez e Iglesias están ya en campaña electoral.

Es un secreto a voces que toda esta escenificación, toda esta energía desplegada solo es una prolongación del durísimo cara a cara del 22 de julio entre Iglesias y Sánchez, una competición de agravios para ganar terreno en los comicios de noviembre, para echarle la culpa al otro. Es lógico que los políticos se hayan convertido en la segunda preocupación de los españoles: es lógico que haya un general rechazo a la falta de sinceridad, a que nuestros políticos nunca utilicen palabras de verdad.

Se reunen, después de un mes, las delegaciones presididas por Echenique y Calvo que se han estado zurrando durante el mes de agosto en twitter. Los jefes ya se han encargado de calentar el encuentro. Iglesias en Telecinco ha hecho esta mañana un ataque personal contra Sánchez criticándolo por su personalismo

Iglesias ha dado ese golpe porque las encuestas dicen que un 40 % responsabilizan a Sánchez de una repetición de las elecciones. Pero la clave ha estado en otra frase

Esperemos que no se levante de la mesa. De eso va el teatrillo de esta tarde, de conseguir que el otro se levante de la mesa para poder echarle la culpa. Es un juego electoral que deja al margen la España real, la España que necesita reformas, que necesita pasar no de las musas al teatro sino de los juegos de los consultores demoscópicos a la realidad. Sánchez batalla para aparecer como el hombre de centro, por el hombre de los compromisos, por eso ha hablado esta mañana de una vía intermedia.