Fernando de Haro: "Siempre nos quedará la duda de quién manda o quién está mandando en la Fiscalía"

Lo ha recordado Pilar García Muñiz hace un rato: vuelve ABBA. La insistencia con la que la industria cinematográfica explota de vez en cuando en cuando la nostalgia, esa tendencia que todos tenemos a refugiarnos en el pasado, seguramente es el mejor indicador de nuestro miedo, o de nuestra resistencia o de nuestra falta de recursos para pensar que hay futuro.

El papel de la Fiscalía en España

¿De quien depende la Fiscalía? Esas palabras de Sánchez en la ya lejana campaña electoral nos hacen torcer el gesto, nos hacen plantearnos dudas, ante las noticias de la investigación de la fiscalía sobre las actividades del Rey Emérito. Hoy el diario 'El Mundo' cuenta que el pasado mes de febrero el fiscal del Supremo envío una comisión rogatoria a Suiza en la que asegura que hay indicios de que consiguió el dinero por comisiones en negocios internacionales lo que podía suponer que que cometió cuatro delitos: blanqueo de capitales, contra la hacienda pública, cohecho y tráfico de influencias. Una comisión rogatoria es una petición que le hace un juez o un fiscal a un juez o un fiscal de otro país para que le ayuda a encontrar pruebas. El texto de la fiscalía es el primer texto en el que se dice tan claramente que el Rey pudo haber cometido delitos.

El Rey es inviolable, no se le pueden pedir responsabilidades jurídicas, por actos durante su reinado. Al abdicar pierde esa inviolabilidad. Una vez que se ha conocido el contenido de la comisión rogatoria los abogados de don Juan Carlos han emitido un comunicado en el que dicen que se ha vulnerado la presunción de inocencia. También ha habido comunicado de la Fiscalía General del Estado en el que confirmado que se hizo esa comisión a Suiza aunque matiza que la fiscalía ni ha formulado un dictamen ni ha hecho una petición de procesamiento, que ha puesto negro sobre blanco los posibles indicios porque es necesario para hacer una comisión rogatoria. O sea que de momento no acusa. Marlaska, el ministro del Interior, ha pedido que se deje trabajar a la Fiscalía.

Lo normal sería no tener sospechas sobre la Fiscalía. Estamos en un estado de derecho si hay pruebas de que el Rey Emérito fue un comisionista internacional la justicia debe seguir su curso. Lo que diga la justicia ni anula ni cuestiona lo que Juan Carlos de Borbón hizo por la democracia española. La sospecha surge porque la Fiscalía del Supremo depende de la Fiscalía General del Estado, exministra de Sánchez. Y hoy hemos sabido también que Dolores Delgado podría dimitir porque el Supremo puede estimar los recursos contra su nombramiento. La justicia hará su trabajo y eso no tiene porque poner en cuestión la forma constitucional de la Jefatura del Estado. Pero siempre nos quedará la duda de quién manda, quién está mandando en la Fiscalía.