De Haro: “Como cada inicio de mes, Vox amenaza con desbaratar el Gobierno de Andalucía”

Estamos a principios de mes, y como todo los comienzos de mes, Vox Andalucía amenaza con desbaratar el Gobierno de PP y de Ciudadanos. A principios del mes de abril, cuando todavía no había presupuestos, Vox anunció que no los aprobaría si incluían partidas para financiar las leyes contra la Violencia de Género y de la Memoria Histórica. Lo mismo pasó a principios de mayo. Hubo nueva amenaza porque en aquella ocasión Casado, tras el resultado de las elecciones del 28 de abril, había llamado ultraderecha al partido de Abascal. Y ahora hay nueva amenaza, esta vez con los presupuestos, que ya están presentados, y la amenaza es de una enmienda a la totalidad.

Vox, después de haber perdido 1.300.000 votos en tres semanas, utiliza instrumentalmente su capacidad de influencia en el Parlamento andaluz para frenar la sangría. La sangría en Vox se llama desánimo. A sus seguidores se les hizo creer en redes sociales que estaban a punto de conquistar Moncloa, porque llenaban salones de actos y plazas de toros y, tras las generales, cundió el desánimo. Ahora los líderes de Vox tienen que levantar la moral de los que les siguen siendo fieles y mostrar que no son gente fácil, que cuentan en las negociaciones. Exigen que Ciudadanos se sienten con ellos. Los que invocan los principios se han dado cuenta de que la política está hecha también de fotos. 

El proyecto de presupuestos de Andalucía tiene muchas cosas de las que hablar: se aumenta el gasto en la protección contra la violencia machista, lo que es comprensible. Menos comprensible es que se mantenga buena parte de la administración paralela. Dice el consejero de Economía, Rogelio Velasco, que esta administración paralela va a estar gestionado por funcionarios. Vox haría un buen servicio comprobando si esas promesas se hacen realidad. Pero a base de decidir que viene el lobo y que ellos son el lobo no se hace política. De un lado la derecha del lobo y del otro lado el centro de la piel fina. La ejecutiva de Ciudadanos ha aprobado este lunes por unanimidad excluir a Vox de cualquier negociación para formar gobierno.

Ciudadanos no se quiere sentar con Vox y solo pactará con el PSOE cuando rechace las políticas territoriales de Sánchez. O sea, nunca. La derecha del lobo y el centro de la piel fina no parecen dispuestas a aceptar la misión útil para la que seguramente les votaron.