No salen las cuentas. Con el acuerdo presupuestario al que ha llegado el Gobierno con Podemos no salen las cuentas. Entre las medidas pactadas hay disparates. Se han metido de matutes medidas absolutamente ideológicas como las listas electorales cremallera (hombre y mujeres) obligatorias.
Aumentar la ayuda por hijo a cargo es formidable. Pero ¿quién paga esto? El pacto supone un incremento del gasto público de entre 5.000 y 6.000 millones de euros. El capítulo de gastos está detalladísimo, el capítulo de ingresos no tiene ningún detalle. Solo un botón de muestra: la subida del IRPF a los que ganan más de 130.00 euros solo supone unos ingresos de 400 millones.
Se suben los impuestos en sociedades y en patrimonio. Pero las cuentas no dan. El Gobierno da por seguro que Bruselas le va a dejar gastar esos 6.000 millones de euros más aunque no haya presupuesto. El problema es que no podemos permitirnos esas alegrías en este momento: el FMI ha rebajado la previsión de crecimiento, el ciclo delos tipos bajos de interés se ha acabado, el petróleo está al alza. Las reformas económicas están sin hacer, no es esta, no es esta la política económica que necesitamos.