De Haro, sobre los ceses en TVE: "Así funcionan las cosas en TVE, que nos cuesta 20 euros al año"

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No vamos en estas vacaciones en las que va a haber lluvia. Esta vez la Semana Santa no va a ser un anticipo del verano, va a hacer frío, lluvia, hay sitios donde va a nevar. La borrasca Nelson nos trae fenómenos costeros con olas hasta ocho metros y lluvias en amplias zonas del territorio.

Pero no importa, nos vamos. Hay quien se va al pueblo porque le gusta marcharse, no le gusta perder lo que le resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Otros no, otros se van lejos, les gusta cierta dosis de aventura, de desequilibrio. Nos vamos porque buscamos que nada sea nuestro, excepto lo más esencial: el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo.

Nos vamos porque nos encantan las horas antes del despegue, porque nos gusta no dormir la noche de antes pensando que vamos a encontrarnos en un destino exótico, porque nos gustan los desayunos interminables de los hoteles, porque nos gusta ser turistas, cenar fuera, nos vamos porque el mundo se nos hace monótono, pequeño, porque nos parece que el mundo de todos los días es aburrido.

Nos vamos porque necesitamos cambiar de aires, porque necesitamos alguna novedad, porque necesitamos un tiempo que sea diferente. Nos hemos ido muchas veces y el viaje ha estado bien, o ha estado mal porque el apartamento era un timo, porque nuestra cama de cas era más cómoda, porque la comida era un desastre, porque tampoco en el lugar al que íbamos hemos encontrado lo que buscábamos. Pero, a pesar de que somos unos viajeros experimentados no nos desilusionamos.

Seguimos esperando que estas sí, estas sean las vacaciones en las que vamos a descansar, en las que vamos a encontrarnos a nosotros mismos, en las que vamos a encontrarnos con la mujer o con el hombre con el que vivimos desde hace años. No podemos dejar de esperar que estas sean las vacaciones en las que suceda algo nuevo, en las que el dolor de vivir sea menos dolor, en los que el placer de vivir dure más. Nos vamos porque queremos amanecer en una cama que no sea la nuestra, nos vamos buscando un tiempo y un sitio en el que se rompan los engranajes, nos vamos porque la espera de un cambio es una tiranía de la que no podemos escapar.

La consejera de Radiotelevisión Española a propuesta del PSOE y militante declarada del partido, Concepción Cascajosa, ha sido designada nueva presidenta de la Corporación RTVE durante un periodo de seis meses. Dice la vicepresidenta Montero que es una decisión tomada por unos consejeros de RTVE independientes.

Los criterios de RTVE hace siglos que no son independientes. Cascajosa sustituye a Elena Sánchez, que fue hasta ayer presidenta de RTVE. Elena Sánchez fue aupada a presidenta de RTVE por el Gobierno en 2022. Todos los gobiernos tienen su presidente. Pero Elena Sánchez ya no gozaba del beneplácito de Moncloa, porque el hombre de Moncloa en los últimos tiempos ha sido José Pablo López, el director de contenidos.

López, siguiendo las indicaciones de Moncloa, cerró un contrato multimillonario para fichar a Broncano, un humorista cercano ideológicamente al Gobierno que podía competir con los programas privados que son críticos con Moncloa. Así se mueven las cosas en TVE, la televisión pública que cuesta al año 20 euros a cada español. Una familia normal paga 100 euros por TVE, por escuchar la Cadena COPE no pagas nada.

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