"No deja de resultarme chocante hablar de despoblación cuando miles tienen dificultades para afrontar la vida en grandes ciudades por el precio de la vivienda"

He perdido la cuenta de las veces que hemos podido abordar el problema de la vivienda en España. Y serán las que hagan falta porque no se ha conseguido ninguna solución y el problema persiste. Hay mil formas de tomarle el pulso a esta situación, pero hoy me ha llamado la atención el caso de Santiago de Calatrava. Es una localidad entre Jaén y Baeza, muy cerca de la provincia de Córdoba. 

Su historia reciente es la de otros tantos municipios en España. Una continua sangría de población que ha ido mermando el censo. Tenían unos 3000 habitantes en los años 70 y ahora no llegan a 700. Incluso el colegio del municipio está en riesgo de cesar su actividad por falta de alumnos.

Como ocurre en otras muchas localidades españolas, en Santiago de Calatrava han decidido buscar alternativas para frenar la despoblación y ponerse manos a la obra y aquí lo digo literalmente.

Ha reformado la antigua Casa Cuartel de la Guardia Civil y de ahí han salido 7 viviendas familiares.

La idea era la de ofrecer esas viviendas con un alquiler de 30 euros mensuales, una ganga teniendo en cuenta los precios que vemos por ahí. La oferta iba dirigida para familias con independencia económica que quisieran ir al pueblo con unas condiciones muy asequibles y buscaran mejorar su calidad de vida.

Pues bien, ha contado su alcaldesa, Rocío Zamora, en Mediodía COPE que en 5 días han recibido 8000 solicitudes. 1.600 al día.

Han tenido que cerrar la admisión de peticiones porque no dan a basto. Ahora van a analizar esas solicitudes y las que cumplan con los requisitos entrarán en un sorteo ante notario. Estos casos son la consecuencia de titulares como este: Las familias españolas necesitan, de media, todos los ingresos de más de seis años para comprar una vivienda.

Ojalá la iniciativa sirva para dar una oportunidad, no solo a las a las familias que lleguen a Santiago de Calatrava, sino también al mismo pueblo que les acoge. Ya sé que es un caso puntual y que no resulta tan fácil dar un giro así a tu vida. Y sé que hablamos de un problema mucho más profundo de oportunidades de empleo en el entorno rural, acceso a servicios o a la sanidad, pero es evidente que la balanza está muy descompensada.

Sé que el problema no tiene una solución ni fácil, ni directa, pero al final no deja de resultarme chocante hablar de despoblación cuando miles de personas tienen a la vez dificultades para afrontar la vida en las grandes ciudades por el precio de la vivienda.