"Si se demuestra, aunque sea una mínima traza de veracidad, el PSOE va a tener un problema muy serio"

La directora de 'La Tarde' analiza la declaración de Víctor de Aldama y adelanta las consecuencias que pueden tener de ser verdad

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Se podría decir que Víctor de Aldama ha tirado de la manta en la Audiencia Nacional, aunque más bien ha tirado de la manta, de la sábana y se ha llevado hasta el somier.

No tiene desperdicio la declaración judicial del supuesto comisionista del caso Koldo, o Ábalos, como quieras verlo. Ha señalado en todas las direcciones. Asegura que el presidente Pedro Sánchez quería conocerle para agradecerle sus gestiones. Por eso la famosa foto que público 'El Mundo' y que, según Aldama, no fue algo fortuito.

Aldama es el perejil de todas las salsas que se están investigando y el abanico de corruptelas en las que aparece su nombre, es amplio. Por ejemplo, ha dicho que planificó una cena en Madrid entre Delcy Rodríguez, la vicepresidenta de Venezuela, el propio Sánchez y hasta cinco ministros.

Añade que todos sabían que la número 2 de Maduro venía España a pesar de que tenía prohibida la entrada en la Unión Europea. Y que en Barajas llegó a subir al avión de Delcy con el entonces ministro Ábalos y el propio Koldo.

No se ha quedado ahí. La declaración de Aldama, que ha sido voluntaria, ha ido por capítulos y según su versión, fue repartiendo dinero entre cargos del PSOE. Hasta 250.000 euros le habría dado al entonces ministro Ábalos por la mediación con las mascarillas y que en este mismo caso, el actual ministro, Ángel Víctor Torres le habría pedido 50.000 euros por la gestión como presidente de Canarias. Cuenta también que también llegó a entregar 15.000 euros al número 3 del Partido Socialista, Santos Cerdán.

Precisamente Cerdán ha sido el encargado de parar el golpe y de anunciar acciones legales del PSOE contra Aldama.

      
             
      

Todo lo que ha declarado Víctor de Aldama está provocando un terremoto político importante. Son acusaciones muy graves, pero hay que tener en cuenta que hablamos del principal acusado dentro de una trama que se está investigando. Precisamente como acusado tiene derecho a mentir. Es su palabra contra la del resto.

Ahora bien, que tengamos en cuenta esta circunstancia de Aldama tampoco convierte en papel mojado todo lo que ha declarado, ni mucho menos. Tiene que ser la justicia la que, desde ahora, aclare hasta dónde llega la veracidad de sus palabras.

Son acusaciones muy graves de un implicado principal en una presunta trama de corrupción y si se demuestra, aunque sea una mínima traza de veracidad, el PSOE va a tener un problema muy serio.

      
             
      

Ya hemos visto caer gobiernos como consecuencia de investigaciones judiciales. Sin ir más lejos, el propio Pedro Sánchez llegó a presidente gracias a una frase en la sentencia de la Gürtel. Así que en Moncloa saben muy bien lo que puede llegar a pasar.