

"Su experiencia misionera y su compromiso con la justicia social serán fundamentales para guiar a la Iglesia en estos tiempos convulsos"
Ya puedes escuchar el monólogo de la comunicadora de 'La Tarde', que analizaba el perfil de León XIV, recién elegido Papa
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Volvemos de Roma con la emoción todavía de haber vivido un momento histórico. Esa fumata blanca que te contamos ayer en directo aquí en la tarde. Una imagen que se queda ya en nuestro archivo de recuerdos personales.
Y, por supuesto, la fortuna de haber visto al nuevo Papa en su primera aparición pública. Sí, estábamos viendo al Papa. Pero también estábamos viendo a un hombre profundamente emocionado ante la multitud que le aclamaba y perfectamente consciente además de la trascendencia del momento, de cómo su vida ya no sería la misma a partir de entonces y de la responsabilidad que desde ese momento llevaba sobre sus hombros.
León XIV, el primer Papa agustino, el primer Papa estadounidense, con nacionalidad también peruana, saludó a los fieles con un mensaje de paz y unidad y un llamamiento a construir puentes.
Un discurso en el que no hubo ornamento retórico pero sí mucha emoción y humanidad. Se dirigió al mundo en un italiano pausado. Pero cuando cambió el español algo cambió también en su rostro. Y volvimos a ver al hombre bajo la sotana blanca cuando saludó con afecto a la diócesis de Chiclayo y la voz se le quebró.
Fue apenas un segundo, pero bastó para sentir la huella que le dejó calzarse las sandalias y ser misionero tantísimos años allí en el Perú. Tuvo también palabras para su predecesor, el Papa Francisco, que fue precisamente quien le llevó a Roma. Y de quien hereda no solamente la silla de Pedro sino también una iglesia en plena transformación.
En plena transformación sinodal, abierta a las periferias, dispuesta a escucharse a sí misma. Y es aquí donde su elección resuena con fuerza, no por su nacionalidad, sino por su biografía.
Un hombre sin fronteras en tiempos de muros. Un religioso cercano que quienes le conocen bien dicen que ha hecho del diálogo su hábito. Su experiencia misionera y su compromiso con la justicia social serán fundamentales para guiar a la Iglesia en estos tiempos convulsos.