"Lo que no es libre es el daño económico cuando esos ataques de lobos se dan en el ganado: en ese momento la naturaleza choca con la administración"

La directora de 'La Tarde' analiza una de nuestras especies autóctonas, el lobo, y explica su importancia en el sector primario español

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Es un animal fascinante, hermoso, inteligente y con ese halo de misterio que durante siglos le ha convertido en protagonista de cuentos y leyendas. El lobo forma parte de nuestra cultura, siempre ha estado ahí y no siempre para bien, porque por su propia naturaleza es un depredador que durante toda la historia ha tenido como objetivo la ganadería; de ahí su fama merecida de animal peligroso.

Los datos que te voy a dar a continuación sobre el lobo no son un cuento, pero cuentan. El ministerio de Transición Ecológica calculó en 2021 que en España existían 297 manadas, unos 2500 o 3000 ejemplares, más o menos. Con el nivel de protección que este animal tiene ahora mismo, el más alto, este número puede haber crecido sin problemas.

Se calcula que el 60% de esas manadas se ubican en Castilla y León una región que en 2023 registró más de 5000 muertes de ganado por ataques del lobo. A falta del recuento definitivo, el número en 2024 puede haber sido mayor; esto se traduce en dinero que pierden las ganaderías y un daño a una industria que en esta región y en ese sector rural es bastante importante.

A nivel nacional, la plataforma agraria COAG ha llegado a hablar de 35 ataques al día. Lo más curioso es que este animal se acerca cada vez más a los núcleos urbanos en la zona norte de España. Por ejemplo, en Comillas, en Cantabria, el ayuntamiento acaba de recomendar a los dueños de mascotas que no salgan a pasear por la noche cerca de zonas boscosas o alejadas.

Lo que dicen los expertos es que es muy difícil que ataquen a los humanos, pero ya sabes que el miedo es libre. Lo que no es libre es el daño económico cuando esos ataques se dan en el ganado; en ese momento la naturaleza choca con la administración y el ganadero de turno se ve rellenando papeles, certificados, reclamaciones, al seguro etcétera, y luego a ver cuándo cobra y cuándo recupera también su actividad.

Actualmente, todas las medidas se centran en la prevención cerco reforzados cámaras de seguridad o lo de toda la vida perros mastines cuya alimentación incluso está subvencionada en algunos puntos de España.

Para muchos, la solución está en cortar por lo sano, pero en nuestro país no se puede cazar al lobo a pesar de que la Unión Europea sí que ha rebajado su nivel de protección. Lo que reclama el sector ganadero es que en España también se permita la caza selectiva para, dicen, así poder controlar la población.

Y ojo al que le dé por tomarse la justicia por su mano porque la caza furtiva del lobo puede llegar a los dos millones de multa y dos años de prisión en los casos más graves. Aquí no se trata de extinguir a una especie que podemos asumir como propia, el lobo puede permitirse seguir su naturaleza depredadora, pero nosotros no podemos dejarnos guiar por el instinto así por así.

Ahora bien esa misma capacidad de razonar es la que nos lleva a pensar que algo más se puede hacer aparte de limitarse a decir que viene el lobo.