Pilar García Muñiz: "Me alegra que el menor de Totana pueda, de alguna manera, reconducir su vida"

La directora de La Tarde habla del caso del menor de 14 años condenado por homicidio por defender a su madre de su padre

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Que sí, que ahora mismo seguimos hablando de aranceles de quita y pon y de todo el lío que tenemos montado pero la vida sigue y hoy me ha llamado la atención está noticia:  “Condenado por homicidio un menor de 14 años que mató a su padre, en defensa de su madre”.

Para ponerte en contexto hay que irse hasta el mes de junio del año pasado. Nos situamos en el municipio murciano de Totana, en la humilde barriada de San José. Es mediodía y estalla una fuerte discusión en un domicilio familiar entre Joaquín, de 51 años y su mujer. En esa casa está también su hijo de 14 años.

Según contaron lo medios locales en su momento, las agresiones del padre eran habituales, así que ésta podía parecer una bronca más pero tuvo un final muy diferente. En medio de la acalorada discusión con la madre, el menor cogió un cuchillo y apuñaló a su padre en 5 ocasiones. Una de esas puñaladas fue mortal.

La Guardia Civil tardó cinco días en arrestarle porque se ocultó en casa de familiares. Durante el juicio ha reconocido los hechos y su madre ha declarado a su favor admitiendo que trataba de defenderla. Aún así ha sido condenado por homicidio a 24 meses en régimen cerrado.

¿Por qué te cuento esto? Porque el juez ha decidido sustituir esta pena por otra de libertad vigilada a cambio de que cumpla 12 estrictas condiciones.

La clave de la decisión está en que el menor ha sido condenado por homicidio y no por asesinato, que es diferente. En el Código Penal, el asesinato es más grave porque implicaría una planificación, por ejemplo.

A partir de ahí, este chico debe de cumplir esas 12 condiciones para reconducir su vida. Entre otras, tiene continuar escolarizado, cumplir horarios, mantenerse bajo seguimiento psicológico y someterse a un control de consumo de sustancias psicotrópicas. También tendrá que asistir a programas de educación en valores o participar en actividades deportivas y de ocio.

Todo esto debe vigilarlo un equipo de docentes y sanitarios y comprobar que va adoptando una actitud responsable y cumple las reglas. Si falla volvería al régimen cerrado.

Seguramente no es la primera vez que ocurre, pero la decisión de este juez me ha llamado la atención por la gravedad del delito, un homicidio aunque fuera para proteger a su madre de la agresión de su padre. Con lo que paso es probable que tenga ya una condena personal al margen de lo haya dicho la justicia.

Sin embargo, por encima de todo, con lo que me quedo es con la esperanza que abre el juez para que este chico pueda de alguna manera reconducir su vida teniendo en cuenta qué le llevó a cometer el crimen. Al menos tendrá la oportunidad de intentarlo... esperemos que pueda, quiera o que sepa hacerlo.