Pilar García Muñiz sobre los aranceles a los coches eléctricos chinos: "Europa tiene el derecho a proteger su industria"

La directora de 'La Tarde' analiza la decisión que tiene que tomar Bruselas sobre poner aranceles o no a los coches eléctricos chinos

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Hoy en Bruselas se tenía que haber votado una decisión importante. Poner los aranceles a los coches eléctricos chinos. Lo que dice Europa es que esos fabricantes están dopados, es decir, que reciben ayudas del Gobierno chino que les permiten ser ultra competitivos en mercados como el europeo. En otras palabras, vender coches mucho más baratos.

La solución que ha encontrado Bruselas es la de poner aranceles. Meter un impuesto que aumentará el precio del vehículo directamente. Como te digo la votación se ha retrasado, al menos hasta el próximo lunes, pero desde el Parlamento Europeo dan por hecho que saldrá adelante y eso que cuenta con la opinión contraria de gobiernos como el alemán, el húngaro o el propio gobierno español.

Pedro Sánchez cambió de opinión en su reciente viaje a China y pidió a la Unión Europea que reconsiderara los aranceles. Nada es casualidad, justo antes de caerse del caballo arancelario, el presidente se había reunido con la cúpula de un grupo chino líder en la fabricación de coches eléctricos. Lo hizo para negociar la implantación de una fábrica en España.

No es el único motivo por el que Sánchez ha decidido llevar la contraria a Bruselas. Como respuesta a los aranceles sobre los coches, Pekín respondió anunciando sus tasas a productos europeos entre ellos a los productos cárnicos derivados del cerdo y ¿sabes quién es el mayor exportador de carnes porcina del mundo? España. Y China, además, uno de sus principales mercados. Motivo suficiente para cambiar de opinión.

Hungría votará en contra de los aranceles porque también quiere una fábrica, pero llama la atención la postura oficial de Alemania, que es la cuna de las grandes marcas europeas de automovilismo.

Lo que argumentan es que imponer aranceles a los productos chinos para fabricar coches eléctricos puede ser un tiro en el pie para la industria europea. Por un motivo sencillo: los coches eléctricos que se fabrican en nuestro continente dependen en gran medida del suministro de baterías y ¿sabes qué país domina la fabricación de esos componentes? China.

      
      
             
      

Europa tiene todo el derecho a proteger su industria, como está haciendo Estados Unidos. La diferencia es que la dependencia europea, de Asia en general, y China en particular, es bastante mayor.

Revertir esta situación, si es que se puede, no depende de una sola votación en Bruselas la semana que viene. La idea de una Europa industrialmente poderosa se queda en un concepto romántico cuando la comparamos con China. Ahora mismo parece mejor ir por las buenas porque en una guerra comercial, nos tienen “cogidos por los aranceles”.