El acuerdo al que han llegado 25 familias de Pontedeume del que se ha hecho eco el colegio: previene adicciones

Un grupo de familias de Pontedeume ha decido retrasar la entrega del móvil a sus hijos hasta los 14 años

Móviles y adolescentes
00:00

Lorena Costa

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

En el colegio Couceiro Freijomil, en la localidad coruñesa de Pontedeume, un grupo de familias ha decidido retrasar la entrega del móvil a sus hijos hasta, al menos, los 14 años. La iniciativa, liderada por la psicóloga y madre de dos niñas de 8 años, Marta de la Fuente, ha reunido ya a 25 familias comprometidas con la causa.

Educar antes de decidir 

El primer paso ha sido la concienciación. Ayer, más de 30 niños de entre 8 y 12 años participaron en un taller en el que se abordaron los riesgos del uso temprano del móvil, pero también se ofrecieron estrategias para gestionar emociones como la frustración o la presión social. "No lo planteamos como un castigo, sino como una oportunidad para desarrollar habilidades y descubrir otras formas de ocio", explicó Marta en el programa La Tarde.

Los niños, al principio reticentes, participaron activamente en los debates. “Venían revolucionados, no entendían muy bien a qué venían, pero lo bonito fue ver que muchas familias ya habían trabajado la concienciación en casa”, señaló Marta. Además de hablar sobre los efectos del móvil en el desarrollo cerebral, los pequeños compartieron actividades alternativas, como deportes y juegos fuera de las pantallas.

Marta y Candela

Marta y Candela

"Tener un móvil es como darle un hacha a un niño de cinco años"

Entre los asistentes estaba Candela, de 11 años, alumna de sexto de primaria. Su testimonio fue contundente: “Me encantó el taller porque aprendí un montón. Un móvil a nuestra edad es un arma, porque puedes acabar acusando a alguien en un chat sin querer o jugar online con un desconocido de 47 años sin saberlo.”

Aunque reconoce que le gustaría tener un móvil, Candela aseguró que, tras el taller, "se me han quitado bastante las ganas". Su familia ya había hablado del tema en casa y coincide con el planteamiento de retrasar el acceso a estos dispositivos.

El miedo de los padres: la presión social

Marta destacó que el mayor temor de las familias es que sus hijos se queden aislados. “Les preocupa que sean etiquetados o excluidos por no tener móvil, y también la dificultad de comunicarse sin grupos de WhatsApp”, explicó. Por ello, la iniciativa no solo busca retrasar la entrega del móvil, sino también ofrecer alternativas de comunicación y reforzar la unión entre familias con la misma decisión.

El movimiento ha trascendido el colegio y se ha abierto a otros centros de la zona con el apoyo del ayuntamiento. Además, se enmarca en una tendencia creciente en España, que ya ha tenido eco en lugares como Poblenou, en Barcelona.

Para quienes quieran sumarse, Marta dejó un mensaje claro: “Todavía hay tiempo. El próximo jueves organizaremos otro taller, porque cuanto antes empecemos a hablar de esto con nuestros hijos, mejor.”

Temas relacionados

Programas

Último boletín

11:00H | 13 ABR 2025 | BOLETÍN