Un arquitecto de Galicia da un giro a su vida laboral tras acordarse de lo que le dijo su madre hace 50 años
Se trata de Arturo, un hombre gallego de 58 años, que le contaba su historia a Javi Nieves y Pilar Cisneros en 'La Tarde'
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
¿Alguna vez has sentido que llegas tarde a algo importante? Quizás te hubiera gustado aprender un idioma, tocar un instrumento, viajar por todo el mundo o practicar algún deporte, pero ahora piensas que ya no es el momento. Esta sensación es más frecuente de lo que parece y puede surgir en cualquier etapa de la vida.
Arturo López Bachiller experimentó exactamente esto. Con 58 años, arquitecto de profesión, se dio cuenta de que aún tenía un sueño de niño por cumplir: convertirse en chef. Desde pequeño aprendió de su madre, que lo dejaba ser su pinche en una familia de nueve hermanos.
"Ella era una maravilla en la cocina. Lo hacía todo de manera intuitiva, sin medir nada", recuerda. También cuenta que era una persona muy sociable y que siempre abría las puertas a todos: "Le encantaba recibir a todo el mundo en casa. En casa no éramos solo los nueve hermanos, venía el vecino de arriba, el de abajo, así que podríamos ser hasta dieciséis. Esa hospitalidad que ella tenía, es lo que más aprendí, aparte del amor por la cocina" decía.
A pesar de estos recuerdos, Arturo siguió el camino de la arquitectura y llegó a trabajar en grandes proyectos como la ampliación del aeropuerto de Londres-Heathrow y de Santiago de Chile. Vivió en varios países, el último fue Chile, sin embargo, el año de pandemia decidió regresar a España para estar cerca de su familia y comenzar un nuevo proyecto.
Un giro radical a su vida laboral y profesional
En un momento en el que muchos podrían pensar en retirarse o descansar, Arturo no quiso conformarse y se matriculó en la Escuela de Cocina del Chef Carlos Oroza, en Pontevedra: "Nunca tuve en mente la jubilación. La ilusión es lo que mueve la vida y no quiero perderla". Completó su formación y ahora solo le queda iniciar sus prácticas en el prestigioso restaurante de dos estrellas Michelin, Pepe Vieira, en la Ría de Pontevedra. "Ahora voy a ser un becario. Estaré dos meses y medio en el restaurante, donde terminaré mi ciclo formativo. A partir de ahí, se me abrirá todo un horizonte de oportunidades, espero".
Pero Arturo no abandona por completo su faceta de arquitecto. Actualmente, está desarrollando un proyecto de cabañas gastronómicas, en el que combina el diseño con la cocina. "Tuve la suerte de encontrar un terreno maravilloso en la ría de Pontevedra, donde le quería dar un toque distinto y un punto de atracción en algo que me gusta mucho hacer, que es el tema de la gastronomía".
Su gusto por la gastronomía gallega es evidente, resaltando el "espectacular" producto local que aún tiene mucho potencial por descubrir y valorar: "Galicia todavía no es conocida a nivel mundial en cuanto a gastronomía. Hay mucho por hacer".
La necesidad de no perder la ilusión por lo que se hace
A sus 58 años, Arturo López Bachiller demuestra que nunca es tarde para perseguir los sueños y reinventarse. Su historia es un ejemplo de ilusión, determinación y valentía. Como él mismo dice: "Uno puede tener más o menos ingresos, pero no tiene que preocuparse porque no nos va a faltar nunca el pan. Y con lo cual, si uno pierde la ilusión, realmente es mucho más importante la ilusión que el dinero y trabajar por motivación, no simplemente por dinero".
Nos enseña que, independientemente de la edad o las circunstancias, siempre es posible seguir nuestros sueños y encontrar nuevas pasiones en la vida. A día de hoy, Arturo se prepara para cumplir sus dos grandes metas en su vida y conseguir, quizá por primera vez, aunar sus dos pasiones: la arquitectura y la cocina.