Compra un tronco en el rastro de Madrid para poner en el belén y al colocarlo descubre una sorpresa con la que no contaban
Lo ha contado un oyente de ‘La Tarde’ y Pilar García Muñiz no daba crédito a lo que habían encontrado casi sin darse cuenta
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Estamos en una de las fechas más especiales del año y de las que merece la pena celebrar junto a nuestra familia y seres queridos. Es Nochebuena y ya lo tenemos todo preparado para pasar esta cena y celebrar el nacimiento de Jesús con todos los que queremos.
Para eso, no puede faltar en nuestra casa un árbol de Navidad, adornos en nuestra mesa y nuestra casa, y por supuesto, un nacimiento que represente la buena noticia que hoy celebramos. Y sí, eso de tener un belén en nuestra casa, es algo más que tradicional en España.
No en vano se celebran, a lo largo y ancho de nuestro país, diferentes concursos de belenes y hay verdaderas obras de arte que merecen la pena visitar y tener en consideración. Y es que se representa, con muchos elementos (a veces, hasta hiperrealistas) uno de los momentos más importantes en la historia de la humanidad.
Si alguna vez te has acercado a alguno de estos belenes, verás que hay hasta elementos de la naturaleza, como puede ser plantas, árboles (a pequeño tamaño), el tradicional musgo, o agua. Hay muchos tipos de nacimientos que representan de la mejor manera el nacimiento de Jesús.
Y aunque esos belenes, dignos de ganar concursos, son difíciles de llevar a nuestra casa, cuando se trata de poner un nacimiento en nuestro hogar, también hacemos lo que está en nuestra mano para que esté a la altura del momento representado.
Por eso, solemos pasarnos por mercadillos navideños (como el de la Plaza Mayor de Madrid) para comprar diferentes figuritas que decoren nuestro belén y elementos que lo doten de realismo. Sí, hemos hablado del musgo, pero hay quien lo lleva más allá y compra otras cosas algo más fuera de lo normal.
Es lo que le ha pasado a este oyente de ‘La Tarde’, que nos contaba qué es lo que le ha ocurrido al comprar un trozo de árbol para poner en su belén.
Lo que descubre al colocar el árbol en su belén
Hay algo que nos gusta mucho cuando se trata de decorar y preparar nuestros belenes en casa, y es que no solo sea un nacimiento, sino procurar que se enseñe toda la ciudad en la que nació Jesús.
Por eso, tendemos a comprar elementos de todo tipo para representar, desde los pastores que adoraron al Niño Jesús, hasta la lavandera que estaba en el río, pasando por los Reyes Magos acercándose al portal.
Así pues, hay quien se esfuerza y mucho en comprar elementos fuera de lo común para decorar el belén. Y fue el caso del padre del oyente de ‘La Tarde’ que nos ha llamado para contar su tronchante anécdota.
Y es que resulta que, con ganas de poner algo especial en el belén de ese año, su padre fue al rastro de Madrid para comprar un trozo de alcornoque que poner en el nacimiento.
“Un año se le ocurrió hacer una montaña, se fue al rastro y compró un trozo de tronco de alcornoque, un corcho, la llevó a casa, dijo, con esta mañana hago yo una montaña aquí, apoyada en la esquina de la pared, junto con la puerta y tal” comenzaba contando.
Lo que no esperaba era que apareciese una sorpresa oculta en el trozo de alcornoque que, la verdad, desagradable era un rato. “El tema es que había un nido bueno de hormigas y con la calefacción del invierno, pues a la mañana siguiente estaba todo el salón lleno de hormigas y mi madre empezó a pegar voces, que bueno, echó insecticida por toda la casa. La experiencia fue muy bonita” comentaba con mucho humor.
La tradición de poner un belén en casa
Como comprobaba Pilar García Muñiz, pese a ser Nochebuena, hay muchísima gente y mucho ambiente, y, además, son muchos los que han querido cumplir con esa tradición de comprar una nueva figura para el belén.
Pero, ¿desde cuándo se pone un nacimiento en las casas? ¿De dónde viene la tradición?
Es lo que le preguntamos a Álvaro Sáez, compañero de COPE, que nos explicaba que el primero en poner un nacimiento en estas fechas para recordar al Niño Jesús fue San Francisco de Asís.
“Se quedó impactado cuando fue a Tierra Santa por Belén, y decidió, al volver, realizar una misa en un lugar humilde y oscuro, la hizo en una cueva, y ahí representó el nacimiento. Solo lo hizo con un niño Jesús y un buey y una mula”.