Lo que no se ha contado de los WhatsApp filtrados del equipo de Trump sobre el ataque a Yemen y que habla de su seguridad

David Alandete, corresponsal de COPE en Estados Unidos, explica en ‘La Tarde’ en qué consisten los mensajes y por qué son fundamentales para la seguridad mundial

Trump
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Ana Rumí

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Te proponemos un sencillo ejercicio: ponerte en la piel de uno de los periodistas más famosos en este momento, Jeffrey Goldberg. Él es el editor jefe de la revista estadounidense The Atlantic y, además, un hombre que ha puesto muy nervioso a Trump.

Pero no solo ha puesto nervioso a Trump, también a sus hombres de confianza, que podrían considerarse los más poderosos del planeta. Y todo, porque le metieron en un grupo de WhatsApp que ha terminado siendo clave para la seguridad mundial.

Imagínate que eres periodista y un día te añaden a un grupo de WhatsApp. No sabes el porqué ni quién está detrás de ese grupo. Pero ves que dentro hay personas tan importantes como el vicepresidente, ni más ni menos, que de los Estados Unidos, J.D. Vance. Está también el secretario de Defensa, Pete Hegseth, el consejero de Seguridad Nacional del país, Michael Waltz, o el secretario de Estado, Marco Rubio. Es decir, menos Trump están todos los hombres del presidente, todos los hombres de la Casa Blanca.

J.D. Vance

EFE

J.D. Vance

Ese grupo se llama Grupo Pequeño P.C. hutí. Ya sabes que hace dos fines de semana la Armada de Estados Unidos atacó a los rebeldes de Yemen, los hutíes. Bueno, lo primero que piensas es que te están gastando una broma. Dices, “¿dónde está la cámara oculta?” Es imposible que estés en un grupo de WhatsApp con gente tan poderosa. Al principio nadie habla por el grupo.

Los mensajes que se difundieron en ese grupo y que comprometen la seguridad

Tú consideras, visto lo visto, la posibilidad de abandonarlo. Pero permaneces porque te pica la curiosidad. Vas a aguantar un poquito más para comprobar si es un grupo real. De pronto empieza a haber movimiento en el grupo. Se empieza a hablar. 

Parece que nadie se ha percatado, además de tu presencia. No sabes muy bien qué haces ahí, pero tú permaneces. Al día siguiente aparece un mensaje del supuesto secretario de Defensa. Lees el mensaje y no das crédito. El contenido del texto son unos planes de guerra.

El secretario de Defensa está diciendo por ese grupo que los cazas F-18 van a bombardear Yemen en dos oleadas diferentes. El siguiente mensaje es del supuesto vicepresidente que dice, “rezaré por la victoria”. Tú ya en ese momento no sabes muy bien ni qué hacer ni qué pensar.

Sabes que el bombardeo, en teoría, según acaban de escribir, debe empezar a la 1 y 45, según lo que acaban de escribir en ese grupo. A la 1 y 48 empiezas a recibir diferentes notificaciones. “Gran trabajo”, dice el supuesto consejero de Seguridad Nacional. Otro pone “gran comienzo”. Y de pronto se ven unos emoticonos, un puño, una llamarada y la bandera de los Estados Unidos.

En ese momento, tú piensas que, definitivamente, el grupo es una broma porque es imposible que los hombres más poderosos del mundo estén comentando a través de un grupo de WhatsApp un bombardeo como si fuese un partido de fútbol. Pero minutos más tarde, a la 1 y 55, entras en Twitter, pones la palabra Yemen en el buscador y efectivamente ves imágenes de esos bombardeos en Sanaa, en la capital del país.

Ahí es cuando no sales de tu asombro. Estás en el grupo desde donde la Casa Blanca está coordinando los ataques reales a un país, donde se está compartiendo información clasificada y donde miembros del gobierno están chateando sin darse cuenta de que tú eres testigo de sus conversaciones.

Esto es lo que le ha pasado a este periodista, en la red social Signal, de carácter público y muy parecida a WhatsApp. Él mismo se ha encargado de filtrar los mensajes y dar fe de que los hombres más poderosos del planeta le metieron en un grupo donde trataban información sensible.

Lo que no se ha contado de esa filtración

David Alandete es el corresponsal de COPE en Estados Unidos y contaba que nunca, en la historia reciente del país, se habían dado filtraciones de carácter tan sensible. Por eso mismo, para rebajar lo que ha ocurrido (un claro error del gobierno de Trump), han hablado de una “invención” del periodista. 

Y es que esto es un fallo muy grave de seguridad que compromete la estadounidense y, de hecho, también la mundial. “Él ha publicado los mensajes con más detalle ayer, y está claro que fue un fracaso de seguridad gigantesco. Sabemos que Trump y los suyos son poco dados a seguir los protocolos, pero claro, una cosa es tener un botón en la mesa del despacho oval para pedir Coca-Cola y otra cosa es compartir información clasificada por una red social” explicaba.

Pero, ¿cómo se está explicando desde allí, desde la Casa Blanca, este fallo de seguridad tan flagrante? “Si hubiera sido en la administración Biden, para los republicanos sería el fin del mundo. Cualquier partido con algo de respeto por la seguridad nacional lo consideraría un fallo gravísimo, pero ayer lo que vimos, yo estuve en la rueda de prensa de la Casa Blanca y vi luego al presidente hablar del asunto, bueno, que era un chat aburrido, que no se daban detalles” confesaba Alandete.

Y es que, recuerda, se trata de algo muy grave, porque se daban detalles muy finos del ataque. Por eso, decía, han intentado “atacar al mensajero”. Unos ataques que vienen de largo hacia el periodista por parte de Trump.

“Trump llegó a decir que no es muy fan de la revista The Atlantic. En 2020, este mismo periodista, publicó que cuando él estaba en Francia y le dijeron de ir a visitar un cementerio de soldados estadounidenses, dijo que no iba a ir, estaba lloviendo, se le iba a mojar el pelo y que además, ¿para qué iba a ir a visitar a unos soldados que se habían dejado matar, que eran unos perdedores? Entonces ya le tiene resquemor y Goldberg no hizo nada en esta ocasión” decía Alandete.

“El error humano es que el consejero de Seguridad Nacional añadiera a este periodista, pero el error catastrófico es que por jactarse de lo que estaba haciendo en ese momento que el secretario de defensa, que por la noche se pusiera a compartir en ese chat todos los detalles cuando nadie se los pidió” seguía explicando.

“Entonces ahí el secretario de defensa es el que está ahora con mayor presión para dimitir porque comparte una información que no debería compartir en ningún otro entorno” sentenciaba.

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