"Donando médula no se pierde nada, solo se gana": la emotiva experiencia de Eduardo como donante

Javi Nieves y Fernando de Haro contaron este lunes la emotiva historia de Eduardo Laporte, donante habitual de médula

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"Donando médula no se pierde nada, solo se gana": la emotiva experiencia de Eduardo como donante

Redacción La Tarde

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Eduardo Laporte es donante de médula. Empezó a donar por la película 'Cadena de Valores', en la que se deja el mensaje de que si todos hacemos una buena acción en nuestra vida, el mundo mejoraría mucho. En el caso de Eduardo esa buena acción se tradujo en donar médula. Eduardo contó su emotiva historia este lunes a Fernando de Haro y a Javi Nieves en 'La Tarde'.

Eligió ese tipo de donación porque quería hacer “una donación premium que implicara un esfuerzo mayor”, y que además es muy demandada, ya que hay unos 6500 casos de leucemia al año que pueden ser curadas gracias al trasplante de médula, que no son más que las células madre que tenemos en la sangre. Estas células madre, explicó Eduardo, que se encuentran en los huesos, sería algo así "como el tuétano, ese liquidillo que tenemos en el interior de los huesos, principalmente en la pelvis, el esternón y el cráneo, pero para las donaciones de médula se recurre al que hay en la pelvis".

Eduardo también comentó que hay dos métodos para la donación de médula. El primero de ellos es la punción, en la que te anestesian durante unas horas para extraer las células madre directamente de la pelvis. El otro es el de la sangre periférica, en el que durante los días previos a la donación, tú mismo te inyectas algo que se conoce como “factores de crecimiento”, que hacen que las células madre que se encuentran en el interior de los huesos salgan al torrente sanguíneo, lo que hace mucho más fácil su extracción. Este último es el que Eduardo elige para donar médula: “Me sentaron en una cama durante unas horas, mientras, por un lado, te sacan sangre y la centrifugan, por el otro te la vuelven a ingresar”.

Al contrario de lo que pueda parecer, Eduardo asegura que puede ser un proceso algo aburrido, pero muy sencillo de sobrellevar. “No es ni doloroso ni genera vértigos ni mareos. Además, no tiene ningún efecto secundario y al día siguiente puedes hacer vida normal”.

Donando médula no se pierde nada, solo se gana: la emotiva experiencia de Eduardo como donante

Jordi López sobrevivió gracias a un trasplante de médula

También pasó por los micrófonos de 'La Tarde' Jordi López, quien tuvo un linfoma en 2018. Estuvo haciendo quimioterapia hasta que los médicos se dieron cuenta de que no era efectiva y decidieron probar con la inmunoterapia, que redujo los ganglios un 80%. A partir de ese momento se volvió apto para un trasplante de médula.

Gracias a la Fundación Carrera encontró un donante totalmente compatible con él en solo dos meses y medio. “El proceso de trasplante no fue doloroso, lo doloroso son los días anteriores, ya que con medicamentos matan tus propias células madre y te quedas totalmente inmune”, comentó Jordi.

Jordi también hablaba de que “está tremendamente agradecido” a las personas como Eduardo que donan médula, ya que gracias a esas personas muchas pueden salvar la vida. Solo 1 de 4000 donantes es compatible con el receptor, pero cuando dos coinciden es un momento muy especial que literalmente le da una nueva oportunidad a otra.

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