El elemento “raro” en la muerte de Isak Andic por el que los Mossos d'Esquadra han reabierto la investigación: meses antes

14 de diciembre de 2024, en las cuevas del Salnitre en el macizo de Montserrat, situado en Cataluña. Es ahí donde tiene lugar el accidente que dejó a Isak Andic, fundador de Mango, sin vida. 

Isak tenía 71 años y estaba haciendo una excursión con su hijo por las montañas cuando, accidentalmente y tal y como recoge la versión de su hijo, único testigo, cayó por un barranco perdiendo la vida.

Sin embargo, aunque su muerte y posterior investigación había quedado archivado el caso, los Mossos d'Esquadra han querido reabrir la investigación. Así pues, han decidido investigar el móvil del hijo, como decimos, único testigo presente en el momento del accidente.

Aunque parece ser que la hipótesis principal sigue siendo una muerte accidental, ahora mismo no están en posición de afirmarlo y consideran que es mejor seguir investigando.

Es ahora el juzgado de primera instancia, Instrucción número 5 de Martorell, en Barcelona, el que ha reabierto las pesquisas por la muerte del dueño de Mango, ocurrida el pasado 14 de diciembre, cuando el empresario cayó de una altura de unos 150 metros mientras se encontraba de excursión.

La principal hipótesis que barajaron entonces los Mossos d' Esquadra es que fue un accidente, pero la decisión del juzgado implica que hay cosas que no terminan de cuadrar y que es necesario hacer nuevas indagaciones.

Para aclarar estos descuadres, hablamos con Pablo Muñoz, periodista especializado en sucesos y colaborador de COPE. Él explicaba que el recorrido por el que iban no era especialmente complicado y que, una vez que se despeña por el barranco, es su hijo quien alerta a la policía.

Además, “en la autopsia no hay ningún elemento que pueda llevar a otro tipo de conclusión”.

Un nuevo informe que aclare más sobre el accidente

Inicialmente, cuando van a investigar la muerte del hombre más rico de Cataluña, el caso es sobreseído provisionalmente. Para los investigadores no había nada que hiciera presagiar que podría no tratarse de una muerte accidental, pero, con el paso de los meses, ha habido un cambio de opinión.

Para Pablo Muñoz, sin embargo, que se reabra el caso es algo muy reseñable y para nada habitual. “Un accidente es raro que se reabra. Sigue siendo la hipótesis del accidente, pero creo que apunta a otra dirección que podría tratarse de una muerte provocada” comenzaba explicando.

“No quiere decir que vaya a concluir en que no sea accidental, pero hay elementos que llevan a la juez a considerarlo” explicaba.

Dos elementos en concreto. Uno de ellos es que, como avisaba al principio el periodista, se trata de una ruta bastante fácil en la que es complicado tener un accidente, aunque no imposible.

“Han decidido profundizar en los detalles del suceso porque las declaraciones del hijo mostraban algunas inconsistencias” explicaba Pablo Muñoz.

“Desde el primer momento y a pesar de que había sido archivado, merecía la pena hacer indagaciones, declaraciones a personas que se encontraban ahí y entorno profesional y personal de la víctima” explicaba.

Por eso ahora los Mossos han decidido elaborar un nuevo informe.

El motivo “raro” por el que han reabierto la causa

Lo cierto es que, a pesar de las inconsistencias de la declaración del hijo de Isak, único testigo del accidente y de la ruta elegida, hay otro elemento que hace sospechar a los investigadores. 

Y no es otro que las amenazas que recibía días y meses previos al accidente por ser un “defensor del estado de Israel”.

“Había recibido amenazas de muerte, se había pronunciado a favor de Israel y en este caso la actuación de algún grupo antisistema está absolutamente descartada. No era una persona vinculada al independentismo ni nacionalismo pero le gustaba definirse como “judío catalán”” aseguraba Pablo Muñoz.

Algo que también mantiene en vilo a los investigadores. “Se mantuvo la hipótesis del accidente con todas las cautelas, el olfato era que había cosas que no cuadraban y por eso deciden continuar las pesquisas por su cuenta, no hacen ruido, y van sacando conclusiones” aseguraba.

“No quiere decir que se llegue a una hipótesis distinta que la del accidente. Con esta decisión permite pedir datos a Google y Vodafone porque lo que dice el hijo es que él iba por delante y unos metros por detrás su padre que es cuando cae. Lo que se intenta es que Google y el cruce de datos vea si es posible determinar dónde estaba cada uno y si concuerda con la versión del hijo” explicaba.

Además, afirma, va a hacer falta “mucho trabajo” para aclararlo todo.