Un empresario de Barcelona acaba viviendo en la calle y, años después, su vida cambia: "Me aferré a una frase"

El director de La Tarde, Fernando De Haro, relata la historia de Andrew Funk, un empresario de negocios de Barcelona que, tras un inesperado incidente profesional, terminó viviendo en lo calle. Pero la historia no queda ahí sino que, nueve años después, la vida del estadounidense dio un giro de 180 grados, sobre todo gracias a una frase a la que se aferró durante los días a la intemperie, como él mismo reconoce en COPE.

Se trata del quinto episodio de 'La gran decisión de su vida', un podcast original de COPE. En este capítulo, titulado también 'La gran decisión de su vida', el comunicador de COPE pone voz a la historia de Andrew. “Parece el directivo de una gran multinacional cuando camina por la calle, de esos que se ve habitualmente hablando por teléfono acercándose a grandes rascacielos que nunca descansan, en los que las luces permanecen encendidas hasta en las madrugadas de los fines de semana”. Escúchalo el episodio en el siguiente audio:

00:00

Episodio 05 – ‘La gran decisión de su vida’, con Fernando De Haro

-

“Cae la tarde y los hombres de negocios abarrotan los bares, beben cerveza, hablan entre ellos. El protagonista de esta historia, Andrew Funk, camina por las calles de Barcelona, en concreto por el Paseo de Gracia, su traje empieza a perder color, los bares se vacían y los hombres de negocios se van a casa, algunos que han bebido de más buscan un taxi como pueden, otros la complicidad de alguien para seguir bebiendo y, Andrew, empieza a buscar un rincón para pasar la noche. Lo hace con serenidad, con la misma tranquilidad con la que recuerda que, hasta hace unos días tenía dinero, casa y la formación necesaria para comerse el mundo”, relata De Haro.

Un empresario de Barcelona termina viviendo en la calle

Andrew tiene 40 años, la mitad de su vida la ha pasado en España. Hasta hace poco dormía en el frío de la calle. Lo tenía todo, tocó el cielo, venía de Estados Unidos, de aprobar en sólo tres años las carreras de Filología Inglesa y Economía. Además, si fuera poco, su hijo le acompañaba durante esos días en los que lo había perdido todo.

“Estar en traje y la gente piensa que estas bien, y no estás bien. El color de mi traje negro se estaba yendo por el sol, de haber estado caminando por toda la ciudad”, reconoce el propio empresario a Fernando De Haro. Vino a España porque quería conocer nuestro país, aprovechar su potencial y sacar provecho de su inglés nativo. Es un tipo listo, intuitivo y sabía que un negocio basado en la enseñanza del inglés tendría éxito. Aunque ese era su sueño y los sueños a veces se cumplen, a veces no.

Fotografía de Andrew Funk / Youtube
Fotografía de Andrew Funk / Youtube

Se encontró una situación complicada: Cobraba 4 euros por cada hora de clase de inglés. Comprobó que no era fácil empezar una nueva vida, el salario medio era bajo y las condiciones precarios, ante esta situación hizo lo contrario de lo que puedes imaginar. Insistió y montó su propia academia sabiendo que necesitaba la ayuda de los bancos. “Yo tenía las clases particulares y después alquilamos una zona de negocios, fuimos creciendo hasta que buscamos algo más grande y pedimos un préstamo al banco para contratar a más gente”, recuerda Andrew. Así, invirtió en una plataforma para unir a emprendedores y empresarios, y eso sería lo que le haría tocar suelo hasta sentir su dureza durante las noches de invierno.

Emocionado, el empresario relata: “Recaudamos 300.000 euros para una empresa, y eso tenía que ser un punto de inflexión hasta el punto de tener mi primer hijo. Luego las cosas tomaron un giro feo, los socios gastaron todo el dinero en sueldos, lo que afectó también a mi vida personal. Acabé sin hogar y el sueño pasó a pesadilla”.

Nueve años después, su vida cambia: “Me aferré a una frase”

En España viven más de 28.000 personas en la calle, una cifra que ha aumentado un 25% en la última década. Pero una frase le permitió mantener la esperanza: cuando pierdes casi todo, puedes hacer casi todo. Pasaron las semanas y consiguió que algunos amigos le ayudaran, le dieran al menos un sitio donde dormir. “Tenía que encontrar una manera de salir adelante, y cuando la encontré quise ayudar a otras personas, lo que me llevó a crear la asociación para personas que no pasasen por el mismo momento que yo había pasado”.

En medio de la miseria ideó algo que le permitiera salir adelante, por lo que desarrolló Homeless Entrepreneur, con la intención de dar recursos a las personas sin hogar. Andrew opta por el emprendimiento, y pasa a ser uno de los más de 3 millones de autónomos que hay en España y funda la asociación hace 9 años y, desde entonces, ha ayudado a 400 personas. “Si pasan la selección entro en el programa 'Help', que reciben apoyo de formación, salud, vivienda, legal y financiero, por lo que acompañamos a personas que tardan entre 3 y 6 meses en encontrar trabajo”.