En 'La Tarde'

"Te excluyen en el colegio, pero llegas a pensar que el problema eres tú"

Quien dice esto es una adolescente de 14 años que sufrió acoso escolar durante siete años, desde los 6, sin embargo, quiere dejar un mensaje, "con ayuda se puede dejar atrás la violencia en las aulas".

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El mensaje de coraje de Victoria que sufrió durante siete años acoso escolar

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

En el Día Internacional Contra el Acoso Escolar queremos contar la historia de Victoria. Tiene 14 años y prefiere no utilizar su nombre real, pero quiere dar su testimonio: con ayuda se puede dejar atrás la violencia en las aulas. Ella sabe de lo que habla porque la sufrió durante 7 largos años desde primero de Primaria y hasta primero de la ESO y no lo olvida. "Llegas a pensar que el problema eres tú" dice Victoria.

Todo empezó cuando tenía tan solo 6 años y fue a más, un proceso largo y doloroso para ella y para toda su familia que el colegio madrileño en el que estudiaba nos cuenta no supo atajar a tiempo. 

Hasta sexto de Primaria no le ponen nombre y apellido a lo que sufre, por entonces el acoso principalmente psicológico en el caso de Victoria se traslada también al móvil con mensajes como éste por parte de una de sus acosadores. 

VICTORIA RECIBÍA EN SU MÓVIL MENSAJES COMO ESTE DE SU ACOSADORA

Mensajes con efecto contagio en otros niños a los que según relata Victoria nadie se enfrenta. En el colegio le restan importancia a lo que sufre, no lo afrontan. En casa asegura es distinto, la escuchan y lo pasan mal con y por ella. Lo cuenta Mar, la madre de Victoria, "empezamos a ver que dormía mal, que tenía problemas de memoria, síntomas de tristeza y empezamos a ver muchas somatizaciones. Cuando tu hijo ha superado el acoso ves el estrago que ha ocasionado en la familia".

Consecuencias en la relación de pareja, en la economía familiar, en la estabilidad familiar y son solo algunas. Un sufrimiento que no impidió a Mar luchar para ayudar a su hija. Lamenta la escasa reacción tanto del colegio como de la inspección educativa y de la fiscalía, las dificultades para demostrar el acoso y las escasas consecuencias para los acosadores menores de 14 años. 

Ante tales circunstancias, Victoria debe cambiar de colegio, se ve obligada a ser ella y no los acosadores, la que tiene que cambiar de centro. El cambio se hizo con el curso prácticamente acabado en primero de la ESO cuando a la principal de sus acosadoras, a la que habían cambiado de clase en quinto de primaria, la subieron de nivel de inglés directamente a su clase. Ella ya estaba en tratamiento por estrés postraumático y su madre había enviado al colegio un informe médico en el que figura textualmente la recomendación de que la niña de entonces 12 años permaneciese alejada del foco de la agresión, que no compartiera espacios físicos con la acosadora. 

Victoria está ahora en un instituto en el que está integrada y en el que tiene amigos. Su mensaje para quienes como ella caen en el pozo del acoso es positivo y lo dice muy clarito. 

"Hay salida, hay que contarlo y que no se cierren las puertas para que alguien les ayude. Que lo cuenten que no sean testigos mudos porque se puede salir".

 

Victoria es especialmente sensible a quienes sufren por ser excluidos.También su madre ayuda a otras familias desde la asociación madriñela contra el acoso escolar. No puede estar más orgullosa de su hija. 

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